domingo, 22 de junio de 2014

HARICOTIZA


PRESENTACIÓN

Todos los lugares que aparecen en esta historia son reales, tanto los edificios, establecimientos,
poblaciones y localizaciones.

También cabe decir que todos los personajes que salen en esta historia son inspirados en
personas reales, con sus mismos nombres y apellidos, pero que posiblemente si se vieran
envueltos en las mismas situaciones que les ocurren en esta historia no creo que hubiesen
reaccionado de la misma manera.

Los únicos personajes ficticios de este relato son: El Cheetos, El Perry, Agente Pelé, Agente Melé,
Inspector Aniceto, Carlos Estévez, y Xenia Panchitez. Los trabajadores de Hermanos Cerdo
alguno son ficticios y otros reales, pero como se parecen todos mucho, no sé distinguirlos.

La Haricotiza es una broma que la protagonista un día tomando vinos se inventó, ni cabe decir
que dicha droga no existe ni mucho menos sus efectos secundarios.

Todos los personajes están utilizados en este relato como a mí me da la gana, sin tener para
nada consentimiento de las personas reales.

La historia está dividida en capítulos, para facilitar su lectura. En cada capítulo muere alguien en
la historia, ya sea al final de cada capítulo o durante el mismo.

Idea original de Haricotiza, Natalia Zaldívar y Eduardo Fernández.


Este relato está dedicado a todas las personas que guardan botellas de Coca-Cola con agua en
el frigorífico, incluso en invierno.

Dedicado a todos los lectores de mi anterior relato: “El misterioso caso del Boli Verde de
Heineken 2.0”.


La trilogía Alesancadas está formada por: “ El misterioso caso del boli verde de Heineken”, “ El
misterioso caso del boli verde 2.0 “ y “ Haricotiza”.

Ángel San Martín Diez


Espero que os guste.

CAPÍTULO 1


Sábado 10:00 de la mañana, el despertador empezó a sonar con Bumping, la habitación estaba
oscura. La larga mano del Cheetos se deslizó de entre las sábanas buscando el móvil. La música
dejó de sonar.

El Cheetos se vistió y bajó al piso de abajo donde estaba su madre preparando el desayuno.
-“¿Buenos días hijo, que quieres de desayunar?”. Dijo su madre.
-“ Ponme un buen tazón de leche con cacao, que tengo prisa, que he quedao con el Perry.” Le
contestó El Cheetos.
El Cheetos desayunó a toda prisa mientras su madre le miraba con mala cara, El Perry no era
una buena compañía para su hijo.
El Cheetos era el cocinero de la mejor burundanga de la zona de La Rioja Alta, y me atrevería a
decir incluso de toda La Rioja. Desde su casa de Torrecilla sobre Alesanco distribuía a su peculiar
red de distribuidores no legales, esa mañana había quedado con El Perry, colega suyo de Santo
Domingo, que le movía muy bien el material.

Salía rápidamente de casa, mientras su madre, su viuda madre le echaba el típico sermón de
todas la mañanas sobre la responsabilidad y lo que iba a hacer son su vida, el hecho de que ese
día era sábado tampoco cambio el argumento del discursito.

Se sacó la llave del bolsillo izquierdo de la cazadora y con ella abrió el maletero de su Ford
Mustang, mientras pudiese llevar dinero a casa su madre no tenia de que preocuparse.
-“Cojonudo, lista para triunfar”. Dijo El Cheetos mientras cerraba de golpe el maletero y se
aseguraba de que estaba toda la burundanga en botellas en el maletero.
Arrancó su flamante bólido y se dispuso a atravesar el pueblo dirección a Alesanco. Alesanco era
un pueblo más grande que el suyo, pero quedaba muy cerca y era un buen punto de negocio
debido al gran turismo que había crecido allí gracias a la burbuja inmobiliaria.
Había quedado a las 10:30 en el canal de riego que cruzaba la carretera que bajaba hasta
Alesanco. Ya llegaba tarde, los sábados siempre le costaba levantarse de la cama un huevo.
Atravesó la primera curva derrapando, y a lo lejos ya vio el coche del Perry aparcado en el arcén,
le estaba esperando.

Llegó y detuvo su Ford Mustang al lado del Seat León rosa del Perry. No se le veía por ningún
lado.
-“Seguro que está durmiendo dentro el muy cabrón”. Pensó El Cheetos.
Pito y nadie se movió, asi que El Cheetos se bajó del coche.
-“ Eh puto Perry que chorras haces, tienes resa…”. Estaba diciendo El Cheetos hasta que lo vio.
Las bambas del Perry sobresalían por detrás de la rueda trasera del Seat León, el Perry estaba
tumbado en el suelo con un blancón de la ostia. El Cheetos se acercó y le dio dos tortazos a ver
si reaccionaba. El Perry no se movió, no tenía pulso, no tenía vida.
-“ Joder, está tieso, le ha dado una puta sobredosis”. Dijo El Cheetos mientras cogía una pequeña
bolsa con una sustancia rosa, parecía coca o algo parecido, pero ese color rosa nunca lo había
visto.
Cogió su IPhone y marco el número de la policía:
-“Rápido, vengan a la carretera de Torrecilla, junto al canal, desde Alesanco. Hay un tío con sobre
dosis junto a un Seat León rosa, vengan rápido con un ambulancia, joder”. Chilló nervioso el
Cheetos a la operadora.
-“ Perdone, más despacio, y ¿quién es usted?, Quien es el afectado?” Le pregunto la
interlocutora.
-“Tu puta madre, zorra, date prisa”. El Cheetos colgó.
Recogió la bolsita con la enigmática sustancia rosa, y se marchó a toda ostia hacia el coche. El
coche del Cheetos pego un gran acelerón y se dirigió hacia Torrecilla con toda la Burundanga en
el maletero. Había perdido a uno de sus mayores distribuidores y a un colega, pero pensaba
averiguar por todos los medios que cojones era esa sustancia que le había provocado la
sobredosis al Perry, El Perry había sido asesinado.

CAPÍTULO 2 (FLASHBAKCK)


Viernes, 22:00 horas, Natalia Zaldívar salía de casa de su abuela Cata, situada en la plaza del
pueblo de Alesanco. Era la noche del viernes y siempre quedaban para echar un café los amigos
en un bar de la plaza, a ella le pillaba muy cerca. Llevaba las botas de agua oscuras que siempre
se ponía para tomar café los viernes por la noche.

Llegó al Leonor, que era el bar donde habían quedado y saludó a la camarera.
-“Hola Sandra, ponme un Cola cao, anda”. Le dijo Natalia a la camarera del bar.
La cafetera hizo el mítico ruido de cuando se calienta la leche, Sandra le puso el café. Natalia
siempre pagaba al final, cuando se iban, siempre.
Entro con el café al reservado donde solían quedar y ahí estaban David, el hijo del herrero del
pueblo y yo, que soy el narrador y el escritor. Ángel Y David estaban discutiendo sobre la
aparición de una huella de dinosaurio que habían descubierto ese día por la mañana en Enciso,
una población riojana situada en la senda de los dinosaurios.
-“Hola chicos, Que hacéis”. Les Dijo Natalia.
En ese instante entró María Espiga con otro Cola cao en la mano.
-“Mira tengo un Colocado y no está muerto, no está kao “. Dijo María sin hacer ni puta gracia,
para variar.
Se sentaron y empezaron a hablar Natalia con María y David con Ángel, y entre todos, entonces
María se acordó de algo y saco del bolsillo derecho un paquete de color rosa muy compacto.
-“Mira Natalia, lo he comprado esta tarde en el chino, son tizas de color rosa superguays. Las
voy a usar para las clases de nuestras prácticas de magisterio.” Dijo María y dejó el paquete
encima de la mesa.

Mientras Natalia abría el paquete de tizas para ver cómo eran y María daba vueltas a su colocado
y tiraba un poco de polvo marrón en la mesa entró Richi.
-“ Hola panda que hacéis?, que he venido de Haro a echar un algo, que me ha traído mi amigo
el Perry.” Dijo Richi señalando a un amigo que tenía detrás.
-“Encantados chavales, tordo me salgo afuera a fumar.” Le Dijo El Perry a Richi.
Richi se sentó y observó cómo Natalia jugaba con las tizas, cogió Richi una tiza y la partió.
-“Mira vamos a hacer rayas con esto, coca de colores, jajaja.” Dijo Richi mientras trituraba una
tiza.
-“Joder Richi que me vas a joder las tizas, trae para aquí el paquete, que es mío.” Dijo María
quitándoles el paquete a todos.
En esos instantes entró Eduardo con una cerveza en la mano.
-“ Que pasa Edu, ya has salido de trabajar?” Preguntó Ángel a Eduardo.
-“Si acabo de venir de cenar y aquí estoy. Menudo puto día que he tirado hoy”. Dijo Edu.
Eduardo se sentó con David, Natalia, Ángel, María y Richi en la mesa.
-“ Que hacéis con esos polvos, droga o qué?, jaja”. Dijo Edu mientras miraba las rayas de color
rosa con las que estaba jugando Richi en la mesa.
-“Estos haciendo guarradas con Cola Cao y tizas”. Dijo David señalando a la mesa.

Eduardo cuando vio la guarrada se levantó y fue a por su chaqueta que la había dejado en una
esquina del reservado tirada en un sofá que estaba libre. Hurgo con los dedos en un bolsillo y
saco un puñado de harina.
-“Mira yo también tengo mierdas de la fábrica, se te llena de harina los bolsillos escapado,
además esta tarde ha volcado un camión con una harina nueva que estamos haciendo en la
fábrica”. Dijo Edu mientras ponía un montoncito de harina en la mesa.
Eduardo trabaja en Harineras Riojanas una fábrica donde se hace harina, situada en Nájera.
.” Pues entonces vamos a añadir un poco más de esta mierda.” Dijo Richi mientras mezclaba el
colocado con la harina y la tiza. La mezcla seguía estando de color rosa.
-“Y échale un poco de sustancia liquida”. Dijo Natalia mientras con la cucharilla del cola cao le
echaba unas gotitas de leche con cola cao a la mezcla.
.” Menudo barrizal que habéis preparado kinkis.” Dijo tordo mientras revolvía todo en una
mezcla homogénea.
.” Venga ahora a metérselo por la nariz.” Dijo Ángel.
-“No hay cojones”. Dijo Edu.
Richi sacó la funda del paquete de tabaco que llevaba en el bolso y lo llevo con esa mezcla.
-“Espera que se lo voy a dar al Perry, que entiende de estas cosas a ver si se lo mete, jajaja”. Dijo
Richi.
-“ A ver a que sabe esta mierda.” Dijo Edu mientras cogía un poco con el dedo y se lo metía en
la boca.
-“Joder esta asqueroso, llévaselo al Perry, a tu amigo ya verás a la cara te lo va a tirar.” Le dijo
Edu a Richi.
Richi salió afuera a fumar llevaba la sustancia rosa en la mano derecha.
En la puerta del bar, en una silla de terraza está el Perry fumándose un porro con un amigo, los
dos estaban charlando cuando llegó Richi.
-“Mira que mierda nueva he conseguido Perry, a que no la pruebas.” Le dijo Richi al Perry
mientras le daba el paquete rosa.
-“Pero que mierda me estas contando Tordo, que chorras es esto.” Dijo el Perry quitándole el
paquete a Richi.
El Perry metió el dedo y lo probó, puso cara de asco y tiro el paquete a la mesa de terraza de
color aluminio que tenía enfrente de él.
-“ Anda Tordo, esto es una puta mierda, déjate de gilipolleces, y vamos pa casa, te llevo a Haro,
que mañana tengo cosas que hacer”. Dijo el Perry mientras se levantaba y buscaba las llaves del
coche.

Salieron del bar Ángel, Natalia, David, Edu y Maria. Se despidieron de Richi y del Perry y se fueron
a casa, ya eran las 12:30 de la noche.

El Perry se fue hacia el coche mientras Richi se volvió, cogió el paquete de encima de la mesa de
terraza y se lo metió al bolsillo mientras se montaba en el coche del Perry.
El Seat León color rosa del Perry paró en una calle cercana de la plaza de toros de Haro.
-“Bueno tronco, a casa con el recado Tordo, a ver si mañana estamos, que yo iré a Alesanco por
la mañana”: Le dijo El Perry a Richi, mientras este se bajaba del coche rosa.
-“Toma esta mierda cómetela, mañana estamos, jaja”. Le dijo Richi al Perry tirándole el paquete
rosa que llevaba en el bolsillo al coche y cerrando rápidamente la puerta.
-“Puto Tordo de mierda”. Dijo el Perry mientras aceleraba y se alejaba a gran velocidad con el
coche dirección Santo Domingo de la calzada.
La funda transparente con la sustancia rosa viajaba con él, en el suelo del asiento del copiloto
del Seat León.


9:00 h de la mañana del sábado en el que iba a morir, El Perry se levantó y bajó a desayunar en
su casa de Santo Domingo. Había quedado con el Cheetos en las cercanías de Alesanco para que
le pasase el material que tenía que vender ese mes. La verdad que el negocio no le iba mal, el
Cheetos era de fiar y su material no era del todo malo.
Cogió el dinero que le tenía que entregar al Cheetos, lo metió en un sobre y lo puso en la
guantera del coche, encima de los papeles del seguro de su Seat León.
El trayecto a Alesanco se le hizo rápido, mientras conducía iba haciendo sus cálculos mentales
de lo que tenía que hacer para sacar el máximo partido a ese pedido, era mucha la burundanga
que le había mandado hacer a su amigo de Torrecilla, pero estaba seguro que lo iba a poder
vender a tiempo.
Llego a las orillas del canal que servía de base al riego de la población de Alesanco y Torrecilla,
traía agua desde el pantano del embalse de Mansilla de La Rioja, pero como esta mierda no le
interesa a nadie, sigamos.
Paró el coche en el arcén, no quería llamar la atención, pero ese era un buen sitio para el
intercambio, seria rápido.

Eran las 10:15 h y hacia un frio de cojones, así que paró el motor del coche y El Perry se puso a
esperar a que diesen las 10:30 h que era la hora acordada.
Empezó a tocar los botones del salpicadero y a hacer tiempo con el móvil, de repente se fijó en
algo en el suelo. Era la puta mierda esa que le había tirado Richi dentro del coche.
El Perry cogió la bolsa y la tocó, parecía que de alguna manera se había solidificado aquella
sustancia de color rosa. Cogió una tapa de un cd y se echó un trozo, aquello y el aburrimiento
de esperar le estaba llamando la atención, además el Cheetos nunca era puntual. Pues como
que no quiere la cosa se hizo una raya, y vacío unos instantes. Pero al final se la metió. Toda la
raya. Después se rio de sí mismo, se había metido una mierda que ni siquiera colocaba.
Pasaron 2 minutos, y empezó a sentir calor, se quitó la sudadera. De repente hacía mucho calor
dentro del coche.
“Joder, a ver si ahora me va a sentar mal esta mierda, me he metido un montón”. Pensó el Perry
mientras salía del coche. Se apoyó en el capó mientras todo le empezaba a dar vueltas, sus
piernas temblaban, de repente su cuerpo empezó a pesar mucho. Empezó a ver dragones rosas,
caballos rosas, unicornios rosas, todo tipo de mierdas de color rosa. Su cara empezó a ponerse
cada vez más blanca, hasta que se desmayó, cayendo redondo detrás del coche. Su cuerpo
empezó a tener convulsiones, y finalmente su corazón dejó de latir. Había tenido una sobredosis
de aquella sustancia rosa, que todavía tenía en la mano, en la mano de su cuerpo inerte.

CAPÍTULO 3


El sábado a las 12:00 h del mediodía Richi iba caminando por la plaza hacia el bar de la Conchi,
que era donde había quedado con los demás, de repente un coche, un Ford Mustang de
importación que bajaba a gran velocidad dirección Torrecilla- Nájera paró al llegar a su altura, la
ventanilla se bajó.

Era el Cheetos:
-“ Tordo, tío, te has enterado ya?”. Le preguntó a Richi desde dentro del coche.
-“ No, Hola Cheetos, que hay?, de qué diablos estás hablando?”. Le preguntó Richi al Cheetos.
-“Mira el Perry, ha muerto. Ahora mismo se lo estaba llevando la ambulancia, sobredosis tío.”
Dijo el Cheetos mientras sacaba una bolsa rosa del cenicero del coche.
-“ No me jodas tío! joder que movida. Que es eso? Richi reconoció la bolsa al instante.
-“Mira esta mierda nose que es, pero el Perry ha muerto con una sobredosis de esta cosa. Es
como una especie de cocaína rosa, per mucho mejor. Esta mierda es buena, tu sabes qué es?”.
Dijo El Cheetos.
-“No tío, no tengo ni idea que es eso”. Mintió Richi.
-“ Bueno el caso es que lo tenía el Perry cuando ha muerto en la mano y pienso averiguar quién
coño fabrica esta mierda y hacérselo pagar, mira a ver si tú te enteras de algo, que el Perry
también era tu amigo, y sé discreto. Nos vemos.” Dijo el Cheetos mientras aceleraba y dejaba a
Richi pensativo en medio de la Plaza.

En la Conchi habían quedado Edu, David, Natalia, María, Itziar y Ángel. Entonces entró Richi. Al
principio dudó un poco debido a que Itziar no sabía nada de lo de la sustancia. Pero como estaba
tan nervioso se dieron cuenta de que le pasaba algo y acabo contándoselo a todos.
-“Joder menuda movida, estáis locos”. Dijo Itziar.
-“ Quieres salami?”. Le preguntó Edu.
-“Pero si Edu lo probó y era una puta mierda.” Dijo Ángel.
-“Pues después de un día parece que hace efecto.” Dijo Richi.
-“Será como una especia de fraguado, como los hormigones.” Dijo Ángel.
-“Tenemos que hacer más, hay que hacer pruebas, esta tarde hay que quedar y probar otra vez.”
Dijo Natalia.
-“Yo llevaré las tizas rosas, hay que llevar cola cao, y harina.” Dijo María.
-“Podemos quedar a las cuatro en mi taller, llevare un microondas para poder calentar el vaso
con la leche y el Cola cao.” Exclamó David.
-“Pues a las 4 entonces.” Dijo Ángel.
-“Estáis como una puta regadera, joer puede ser peligroso.” Dijo Itziar un poco nerviosa.
Se fueron a casa a comer después de echar unos cuantos vinos. Y a las 4 en puntos estaban todos
en el taller de carpintería metálica que poseía el padre de David.
-“Aquí están las tizas”. Dijo María sacando el paquete de tizas y poniéndolo encima de la gran
mesa industrial.
-“Mira he traído un bote de Cola Cao.” Dijo Ángel poniéndolo también encima de la mesa.
-“Yo he conseguido reunir algo de harina en esta bolsa, del mismo tipo que el de ayer.” Dijo Edu.
Edu puso una bolsa de medio kilogramo de harina junto a los demás ingredientes.
-“Bueno ahora ya solo falta la preparación”. Dijo Natalia.
Natalia sacó su móvil y empezó a calcular proporciones mentalmente mientras daba órdenes.
-“Edu abre el paquete de Harina y pesa la mitad, luego María saca las tizas y tritúralas, Ángel
coge el Cola Cao y quítale los terrones, David prepara un recipiente para juntarlo todo y Richi ve
al supermercado de tu tía y compra bolsas para congelar alimentos, rapidito”. Dijo Natalia
mientras Itziar miraba.
-“ Esto no es buena idea joder, se os está yendo de las manos, estamos haciendo droga o qué?”
Exclamó Itziar mientras retrocedía poco a poco.
La puerta del taller se abrió de golpe y apareció Richi que venía de comprar las bolsitas, las dejo
en el suelo y miro a Itziar.
-“De aquí no se va ni Cristo, en esto estamos metidos todos, como se entere el Cheetos nos
mata, me oyes”, Dijo Richi impidiéndole la salida por la puerta a Itziar.
Los demás habían terminado justo en ese instante de preparar la mezcla, y le estaban añadiendo
la leche caliente. Después todos miraban.
-“Estáis todos como una puta cabra, yo no he hecho nada, ahora mismo voy a la policía, joder.
Panda de lunáticos.” Dijo Itziar a todos mirándolos uno a uno.
En ese instante Richi se acercó a una de las estanterías que tenía estacas de hierro corrugado y
cogió una y con gran agilidad y fuerza se la insertó a Itziar en el ojo izquierdo, un chorrazo de
sangre recorrió el suelo, Itziar abrió mucho el ojo que le quedaba y luego nada. Había un silencio
sepulcral en el taller. Itziar estaba muerta y Richi jadeando.
-“Ostia puta, Joder”. Dijo María.
-“Se la ha cargado, la ostia”. Dijo Ángel.
-“Hay que esconderla o algo”. Dijo Edu.
-“Acabas de cometer un asesinato en el taller de mi padre, hay que sacar esto de aquí pero, ya.”
Dijo David.
-“Nos iba a delatar y íbamos a acabar en la cárcel o muertos, era necesario”. Dijo Richi.
-“¿Y qué hacemos ahora con su cuerpo”. Dijo Natalia asustada.
-“La granja de mi padre está enfrente, echémosle el cuerpo a los cerdos, ellos se encargarán”.
Dijo Edu.

Todo el mundo asustado les pareció buena idea la de Edu, y mientras Ángel, Richi y Edu llevaban
a horcajadas el cuerpo de Itziar sin el hierro del ojo, David, María y Natalia limpiaban todo el
taller de los restos del asesinato y después empaquetaban la droga en bolsitas.
Echaron el cuerpo de Itziar a una de las cuadras con los mayores cerdos y cerraron la granja.
Ángel, Edu y Richi volvieron al taller de David.
-“Bueno pues creo que ya está todo limpio”. Dijo David.
-“No decir queda que no podemos contar esto a nadie”. Dijo Ángel.
-“ Joder que movidas, y la droga rosa esa, mañana habrá que venir a ver si esta lista o qué?”.
Dijo María.
-“Droga, es Cola Cao con harina y tiza, podíamos llamarla drogaina.” Dijo Edu.
-“O salami, en honor a Itziar, o Itziar”. Exclamó María.
-“Si claro para que nos pillen, no te jode”. Dijo David.
- “Ya está hari-coca, o algo así”. Propuso Richi.
-“Caya tordo, si lo que lleva es harina, Cola cao y tiza, es bien fácil: lo llamaremos HARICOTIZA.”
Exclamó Natalia.

Todos asintieron, acaban de crear la Haricotiza.

Esa noche los cerdos de la granja del padre de Edu se dieron un festín.

CAPÍTULO 4


Domingo por la mañana, las 12:00 h resaca de sábado, Ángel iba caminando hacia la plaza y se
encontró con Natalia, sus miradas lo dijeron todo. La muerte de Itziar estaba muy presente,
Natalia llevaba un pequeño paquete con una especie de granos.
-“¿Que andas, vienes al bar que he quedado con estos? ¿Que llevas ahí? Le preguntó Ángel a
Natalia.
-“Mira me ha traído mi primo de Chile un paquete con semillas de ricina, que debe ser una planta
muy chula que hay por ahí. Voy a dárselas a mi abuela para que las ponga en un tiesto.” Dijo
Natalia.
-“Si, pues con eso si haces infusiones puedes envenenar a la gente, es como una especie de
estramonio, pero más fuerte. Hemos quedado en la Conchi a echar unos pichines”. Exclamó
Ángel.
-“Si dejo esto en casa de mi abuela, se lo enseño y voy al bar. No te preocupes que no voy a
matar a nadie con esto, jeje”. Dijo Natalia.
Estaban en el bar David, Edu, Richi, María y Ángel. Estuvieron echando unos pichines y vino
Natalia de casa de su abuela.
-“Creo que va siendo hora de que vayamos al taller a probar la Haricotiza”. Susurró David
enseñando las llaves del taller que llevaba en el bolsillo.

Todos se miraron y cogieron los abrigos y fueron al taller. Nadie hablaba de la muerte de Itziar.
Entraron al taller y Richi fue el primero que cogió uno de los paquetes. Esta mucho más duro
que la noche anterior y había cogido un color rosa aún más fuerte, estaba muy cambiado.
-“Ahora se parece mucho más a la mezcla que me enseñó El Cheetos”. Dijo Richi.
-“ Pero como vamos a saber si funciona?” Contestó María.
-“Si funciona esta mierda va a hacernos de oro.” Dijo Ángel.
-“Pues uno de nosotros la tiene que probar antes de liarnos a venderla, así de simple”. Dijo David
mientras todos se miraban.
-“Pues no hay más huevos, que echarlo a suertes, alguien de nosotros tiene que comprobar si
pega esto pelotazo”. Exclamó Edu.
Todos se miraron y comprendieron que era la única forma de hacerlo de manera justa. Se lo
jugaron a eliminatoria a piedra papel o tijera, era una forma muy rápida y eficaz. Richi ganó a
Edu, Natalia ganó a María y David ganó a Ángel. Richi, Natalia y David no tendrían que probarla.
Quedaban 3: Ángel, María y Edu. Hicieron un triangular y María se salvó. Era muy buena a piedra,
papel o tijera.

Se enfrentaron en la gran final Edu y Ángel. Primero Edu sacó tijera y Ángel piedra. En la segunda
Edu sacó piedra y Ángel tijera, era al mejor de 3 intentos. Al final Edu sacó papel y Ángel piedra.
-“Toma, jodete, has perdido y has ganado un buen pelotazo jajaja”. Chilló Edu.
-“Está bien eres el justo ganador, cabrón. Trae pa aquí esto, si veis que me pongo malo o algo
llamar a una puta ambulancia eh.” Les dijo Ángel a todos.
Hicieron un círculo alrededor de la mesa donde estaban las cinco bolsas de Haricotiza de 100
gramos cada una. Ángel abrió una y se preparó una raya encima de una plaza de hierro.
-“Ten cuidado tío.” Dijo Richi.
-“Nosotros te vigilamos, daleeee”. Exclamó David.
-“Por vosotros”. Les dijo Ángel.
Y sin decir más se metió la raya de Haricotiza del tirón. Todos se quedaron mirándole fijamente
y Ángel estaba normal sin decir nada.
-“Esta mierda no funciona, no me pasa nada, estoy tan normal. Joder que mierda”. Dijo Ángel
malhumorado.
-“Joder, pues entonces el Perry ha muerto por otra cosa.” Dijo Richi.
-“Ostia que calor hace de repente, ¿no?”: Dijo Ángel.

Y ahí todo le empezó a dar vueltas, de repente en el taller hacía mucho calor. Richi, David, María,
Edu y Natalia le miraban un poco a asustados. Ángel empezó a tener convulsiones, hacía mucho
calor. Los colores de su visión, las caras se empezaban a emborronar, hacía mucho calor. Se
quitó la chaqueta y la tiró al suelo, María se la recogió. Entonces todo se duplico, las convulsiones
la pesadez de las piernas, todo….hacía mucho calor. David y Edu fueron a agarrar a Ángel,
empezaba a ponerse la cosa peligrosa, pero en el último instante se escabullo. Ángel echo a
correr gritando mientras subía por las escaleras metálicas que había en el taller que subían hacia
el despacho de la planta superior. Richi echó a correr detrás de él, pero Ángel corría más. Abrió
la puerta del despacho de un puntapié y abrió la ventana, con las manos sudorosas.
-“Mirar puedo volar, pringaos de mierda”. Chilló Ángel mientras los demás miraban desde abajo
boquiabiertos y Richi entraba en el despacho.
-“ Nooooo.” Chilló Richi en el último instante.
-“No lo hagas, espera”. Chillaron los demás desde abajo.

Pero era demasiado tarde, Ángel saltó. Estaba equivocado, no podía volar. Su cuerpo cayó a
plomo estrellándose contra el duro hormigón. Falleció en el acto. La Harizotiza funcionaba.
Todos consternados, ahora de verdad no como con la Itziar se miraron con los ojos lagrimosos y
se preguntaron que podían hacer con el cadáver, esto estaba llegando demasiado lejos.
-“La Haricotiza funciona, esto son daños colaterales”. Dijo Edu.
-“ Joder de que movida, y ahora que hacemos con el cuerpo?”. Dijo María.
-“Hay que deshacerse de él, antes de que acabemos todos en prisión.” Dijo David.
-“No he llegado a cogerlo por los pelos, ostia”. Dijo Richi sollozando.
-“Tengo una idea, que he visto en la tele”. Dijo María.


Llevaron la idea de María a cabo. Cuando hubo anochecido cogieron el cuerpo de Ángel y lo
pusieron sobre una puerta que encontraron en la granja de Edu. Adornaron la puerta con flores
y telas, como las barcas de los funerales de los vikingos. Soltaron la gran puerta de madera con
el cuerpo en medio de las inmensas aguas del rio Tuerto que pasa por Alesanco. Y mientras el
cuerpo se alejaba empujado por la gran corriente y por la bravura de las aguas cantaron y
rezaron todos muy apenados. El gran rio sería una tumba dentro de sus entrañas para el querido
Ángel, una vida quitada más gracias a la Haricotiza.

CAPÍTULO 5


Esa mañana de lunes Natalia se levantó y después de desayunar ayudó a su abuela a plantar las
semillas de ricina en un tiesto atrás en el patio. Pusieron entre las dos el tiesto junto a la valla,
al borde del rio Tuerto. La ricina crecería rápidamente, y Natalia con ayuda de su abuela la
cuidarían muy bien.

Mientras tanto en la localidad de Santo Domingo de la Calzada se celebraban los funerales por
la muerte de Perry. La noticia sobre la muerte por sobredosis de aquel chaval había corrido como
la pólvora por la región.

Richi estaba en el entierro de su amigo El Perry. La misa fue muy solemne y el ataúd era de
madera color cerezo, claro y muy bonito. Cuando se terminó la misa, se produjo el traslado del
cuerpo al cementerio de dicha localidad. Entonces Richi se acercó por detrás a Cheetos.
-“Hola Cheetos, tenemos que hablar”. Le susurró Richi.
El Cheetos se dio media vuelta con cara de pena y le indico que esperase a que se acabase el
funeral.

Marta vio a Richi mucho más adelante que ella en la procesión hacia el cementerio. El Perry era
hijo de un primo de su madre y había ido junto con su madre al funeral a Santo Domingo.
Después del funeral Richi y el Cheetos se acercaron al coche del Cheetos y Richi sacó una bolsa
de 100 g de Haricotiza.
-“Mira esto se llama Haricotiza, es lo que tenía El Perry”. Dijo Richi mirando hacia los lados.
-“ Joder Tordo, Haricotiza?, que coño es eso? De donde lo has sacado?”. Preguntó El Cheetos.
-“Eso da igual, he investigado y esta mierda es nueva y muy buena. Creo que con esto podemos
hacer un negocio de cojones.” Le dijo Richi al Cheetos.
-“ Esa mierda mató a mi amigo, quien coño la está haciendo?, dímelo joder!!!”. Bramó El
Cheetos.
-“Eso da igual, tranquilízate. Me han prohibido decir nada, pero podemos sacarle partido a esto.
Esto es una bolsa de 100 gramos, tengo 4 más. Crees que podrás venderla en una semana?”. Le
preguntó Richi al Cheetos.
-“ Primero tengo que probar su riqueza y lo que hace, pero parece muy buena mierda, no sé yo…
no me convence, yo solo quiero saber quién cojones la fábrica tío!!!”. Chilló el Cheetos muy
afectado, sus ojos estaban llorosos.
-“Déjate de mierdas y hazme caso, esto es mejor que la mierda de burundanga que vendes. Cada
semana te traeré más, tu solo tienes que preocuparte de darle salida. Esto solo lo vas a vender
tú, fíate de mí, tenemos la exclusividad de esto, el mercado es nuestro, es una oportunidad de
cojones, créeme.” Dijo Richi.
-“No sé, bueno, por probar… Dame esta mierda, 500 gramos?, eso es fácil. El lunes a primera
hora quedamos en la orilla del canal. Más te vale que tengas razón. Toma 100 euros y vas que
chutas. A ver a cuanto puedo vender esta mierda.” Dijo El Cheetos sacando dos billetes de 50
euros de la guantera y dándoselos a Richi.
Rápidamente el coche arranco y mientras Richi veía alejarse el Ford a toda velocidad calle abajo,
una sombra apareció detrás de una esquina.
Richi estaba metiéndose los billetes en la cartera cuando al darse la vuelta la vio. Era Marta.
-“ Hola Tordo, la madre que te parió, Estabas pasando droga!!!”. Dijo Marta.
-“Esto yo…, no era una cosa para El Cheetos, eso…”. Richi balbuceaba.
-“Que sí, que sí que eres un puto camello, anda no me vengas con cuentos. Ahora me dirás que
era para pagar tu carnet de conducir.” Dijo Marta.
-“Bueno me has pillado, vale, te lo contaré. Esta tarde en el chamizo a las cinco hemos quedado.
Ven y sabrás todo.” Le dijo Richi a Marta.
-“Osea que hay más gente en el ajo, joder, menuda cuadrilla de traficantes.” Dijo Marta.
Richi y Marta se despidieron. Richi no había tenido más opción que decírselo, una más dentro
de lo que fuese eso que estaban haciendo. Marta se fue a casa con la mosca detrás de la oreja y
con dudas también.


Esa tarde quedaron en chamizo y aparecieron Edu, Richi y Natalia. Más tarde llegó María junto
a su hermano Alberto. Marta se retrasaba.
-“ Pero que cojones hace Alberto aquí?”. Preguntó Natalia.
-“ Es que no me pensabais decir nada?, mi hermana me lo ha contado todo, lo de Itziar bueno,
pero menuda tragedia lo de Ángel”. Dijo Alberto.
Alberto había pillado a María con unas manchas rosas en la cara, debían de ser manchas de
cuando estaban cortando la Haricotiza y María no supo mentirle. María se había empezado a
ponerse nerviosa mientras le preguntaba Alberto que era lo que tenía en la cara y ella había
acabado confesándolo todo.
Richi habló a todos de su encuentro con Cheetos y de lo que había pasado.
-“ Joder osease que tenemos 100 euros para repartir entre todos?, pues menuda mierda. Y
encima ahora uno más”. Dijo Natalia.
-“Pues mientras estaba con Cheetos, Marta me ha visto y le he dicho que suba, supongo que
vendrá en breves”. Dijo Richi.
-“Joder cojonudo, ahora somos dos más. Natalia, Alberto, Maria, Marta, David, Richi y yo”. Dijo
Edu.
-“Pues es una mierda de dinero, hay que producir más y subir el precio”. Dijo Alberto.
-“Hay que hablar con Cheetos y decirle que nos pague más, a saber cuánto se sacara este por
vender nuestro producto”. Dijo María.
-“Si, yo iré a la próxima reunión con Richi, no os preocupéis”. Dijo Natalia.
Esa semana David no estaba, porque estaba estudiando en León. Así que esa semana habían
quedado en el chamizo para fabricar ahí la Haricotiza a falta del taller de David. Estaban
hablando y juntando los componentes para hacer una nueva remesa de Haricotiza cuando justo
entró Marta.
-“Pero que cojones estáis haciendo, sois unos putos trapicheadores, a ver quién me lo explica.”
Dijo Marta.
Todos se pararon y miraron a Marta. Entre todos se pusieron a explicarle toda la movida, todo
lo que había pasado desde el principio.
-“Pues estáis todos jodidamente locos, yo no pienso participar en esta merienda de negros,
habéis matado a Agapita y a Ángel y como si nada”. Dijo Marta.

Todos se pusieron a discutir con ella para que no dijese nada, la cosa se empezó a calentar.
-“Ale, marcho a mear arriba que dais mucho por saco, todo el día discutiendo.” Dijo Richi, y salió
fuera del chamizo.
Marta no cedía a los argumentos que estaban proponiéndole y cada vez estaba flipando más.
De repente se callaron todos y se quedaron boquiabiertos. Había ruido en la calle de un tractor
que pasaba.
-“ Pero ahora que pasa?, que no me miréis así, que no pienso participar en esto, vais a ir todos
a la cárcel de cabeza. Dijo Marta.
-“Me estáis escuchan…crataplum plum cata plum crack, wirri, crack, pum. Marta no pudo
terminar la frase.

Todo se volvió negro. La tele de la bodega apareció elevándose por encima de la cabeza de Marta
y de repente se incrustó en el cráneo de Marta que en un par de segundos murió y cayo
desplomada, muerta hacia adelante. La televisión no se la quito de la cabeza al caer, era como
una especie de broma macabra. Richi estaba detrás jadeando. Richi había solucionado el
problema que el mismo había creado. No tenía que haberse dejado ver, había sido un descuido
muy grande que Marta le hubiese visto hablando con El Cheetos en Santo Domingo.
-“Joder, como pesaba la tele. Bueno problema solucionado, yo lo cree yo lo he arreglado”. Dijo
Richi mirando a todos.
Todos se miraron muy perplejos y fue María quien primero habló.
-“Joder Tordo te has cargado la tele”. Dijo María.
-“ Esta muerta!!!, y ahora que hacemos”. Dijo Alberto.
-“Pues lo de siempre, deshacernos del cadáver, como se nota que eres nuevo Alberto”. Dijo Edu.
-“ Que estaba viendo Marta, Impacto total?”. Dijo María.
-“ Venga dejaros de chistes y al lio, como nos deshacemos de esto?”. Dijo Richi señalando el
cuerpo de Marta.
-“ Ya lo tengo!!!, como en el misterioso caso del boli verde”. Dijo Natalia.
-“ A la chimenea!!!”. Chillaron todos al unísono.
Edu y Alberto subieron arriba al lago y bajaron 3 gavillas mientras Richi encendía el fuego de la
chimenea de leña que había en el chamizo.
Entre los 3 chicos cogieron el cuerpo de Marta inerte junto con la televisión y lo metieron a la
chimenea mientras que Natalia y Maria limpiaban el suelo.
Al quemarse el cuerpo empezó a emitir una especie de zumbido: shhhhhh
-“Eso debe de ser el gas de la televisión”. Dijo Alberto mientras todos miraban hipnotizados el
fuego.

El zumbido se dejó de oír, y la chimenea empezó a escupir humo, humo de cuerpo humano,
humo de las entrañas del alma de Marta.

CAPÍTULO 6


El cuerpo de Marta seguía quemándose, solo un pie salía fuera de la chimenea, todo el cuerpo
al mismo tiempo no cabía. Poco a poco Edu lo iba empujando con un palo a la vez que se
consumía y hacia hueco en la chimenea. El decrepitar de las llamas era hipnótico.

Un ruido de motor diésel que iba acercándose, un frenazo en la puerta del chamizo, el fuego de
la chimenea era hipnótico. Todos estaban mirando y reflexionando sobre todo lo que había y
estaba pasando. La puerta de la bodega se abrió, un fuerte portazo, era Jorge. Jorge es el
hermano, o era el hermano de Marta.

-“ Hola chicos, estáis por aquí hoy?, he pasado con la furgoneta del campo y he visto que teníais
encendida la chimenea, que salía humo. Estáis asando o quemado algo o qué?”. Preguntó Jorge
acercándose al cuarto donde estaba la chimenea.
-“Pues sí, aquí estamos esto…”. Balbuceo María.
-“ Pero que cojones estáis quemando, una persona, espera, esas zapatillas…Son de mi
hermana!!!”. Dijo Jorge a la vez que se acercaba.
Jorge se adelantó a la chimenea empujando a Alberto y a Richi y se quedó mirando el fuego.
-“Habéis matado a mi hermana, hijos de puta”. Dijo Jorge conmocionado.
-“Esto no es lo que parece, o bueno si”. Dijo Alberto levantándose.

Entonces todo ocurrió muy rápido. Edu cogió un taco de madera que había al lado de la
chimenea intentando agredir y darle a Jorge en la cabeza, pero Jorge lo cogió y se lo arrebato de
las manos sin ninguna dificultad. Jorge se lanzó de cabeza a por Edu, envolviéndose ambos en
una encarnizada pelea por toda la habitación. El microondas acabo en el suelo, provocando un
fuerte estallido, cosa que hizo enfurecer a María. María se lanzó al cuello de Jorge, pero solo
pudo agarrarle un brazo y empezó a mordérselo. Jorge chillaba, Edu también. Natalia estaba
horrorizada viendo la espeluznante escena desde una esquina de la habitación. Poco a poco
Natalia había ido retrocediendo hasta agacharse al lado de una de las paredes de color rojo de
la habitación de la chimenea. Esta agazapada en el suelo mirando con espanto todo lo que
ocurría.
Richi se lanzó a la pelea, intento morderle un huevo a Jorge pero no pudo, Jorge era un digno
adversario. Daba mamporros en la cabeza a Edu mientras intentaba deshacerse de María que
se había agarrado a su brazo como una autentica lapa. Edu, Jorge, María y Richi estaban
peleando como no lo había hecho en sus vidas. Richi, Edu y María tenían que detener a Jorge,
que había aparecido en el chamizo en el peor de los momentos, habían arriesgado mucho para
perderlo todo ahora, por una simple casualidad. Jorge luchaba por entender y reventarles la
cabeza a esos desgraciados que se supone que eran sus amigos, pero que se habían cargado a
su hermana. No sabía los motivos pero no necesitaba saberlos, y encima los muy cabrones se
querían deshacer del cuerpo.

Mientras todo esto ocurría Alberto aterrado salió del chamizo corriendo. Llego hasta la puerta
de su coche y le dio al botón de abrir del mando.

-“Joder, no me puedo marchar y dejar todo esto así, es una puta locura”.- Pensó Alberto.

Alberto cerró la puerta con un gran portazo y se dirigió hacia la parte trasera de su coche, abrió
el maletero. Desde fuera se oían unos gritos atroces, parecía que alguien estuviera matándose
dentro, y nunca mejor dicho. Natalia también gritaba con las manos en las orejas y agachada.
Alberto entro en la bodega y se dirigió a la habitación de la chimenea. Llevaba en la mano
derecha la llave de apretar los tornillos de las ruedas del coche. Se dirigió con paso decido hacia
donde estaban los cuatro pegándose en el suelo. Jorge le dio una patada en la cara a Alberto,
que empezó a sangrar de la nariz. Alberto se volvió quejándose. Eduardo tenía la cara llena de
sangre. Alberto cogió la llave y golpeo fuerte hacia abajo, Richi aulló de dolor. Alberto había ido
a darle a Jorge pero este se había movido y Alberto había descargado toda su fuerza sobre una
de las piernas de Richi. Alberto volvió a levantar los brazos y esta vez se aseguró mejor, Alberto
bajo los brazos rápidamente. Se oyó un ruido seco. Jorge se quedó inmóvil.
-“Joder como pesa el cabrón”.- Dijo Edu mientras salía de debajo del cuerpo inmóvil de Jorge.
Richi y María se levantaron del suelo, estaban jadeando. Edu se levantó y se miró las manos, las
tenía manchadas de sangre. Edu se limpió la cara mientras Natalia salía de la esquina de la
habitación. Los cinco se quedaron mirándose alrededor del cuerpo de Jorge.
-“Voy a limpiar esta llave y la vuelvo a dejar en el coche”.- Dijo Alberto.
-“Joder habéis dejado todo esto destrozado”.-Dijo Natalia.
-“Bueno pues creo que tenemos que deshacernos de esto también”.- Dijo Edu señalando el
cuerpo.
-“Hay que borrar todas las huellas de lo que ha pasado y encima tenemos que deshacernos de
la furgoneta”. Dijo Richi.
La furgoneta seguía arrancada parada enfrente de la puerta del chamizo.
-“Joder y con eso que hacemos, no podemos quemar la furgoneta”.- Dijo María.
Entre Edu, Richi y Alberto metieron poco a poco el cuerpo de Jorge a la chimenea. La chimenea
ahora tenía dos cadáveres quemándose en sus entrañas. Mientras estaban los cinco recogiendo
toda la habitación y limpiando todo al calor de la chimenea a Richi se le ocurrió algo.
-“ Joder ya está! cogemos la furgoneta y la reventamos!!”.- Dijo Richi.
-“ No digas chorradas, que me escuece mucho la cara tío!!!”.- Dijo Edu.
-“Venga Natalia acompáñame que tenemos que deshacernos de la furgoneta, que seguro que
pasa alguien ahora y la ve”.- Dijo Alberto.
Mientras los demás recogían todo el desastre provocado, Alberto y Natalia se subieron a la
furgoneta del padre de Jorge que estaba aparcada en la puerta y se dirigieron camino de
Torrecilla.
-“Vamos a tirarla al canal, así la gente pensara que Jorge al volver del campo se ha caído con el
coche al canal”.- Dijo Natalia.
-“Muy buena idea”. Dijo Alberto girando bruscamente hacia la derecha en la intersección
dirección al canal.

Cuando llegaron al canal Alberto freno enfrente del canal y se bajaron los dos, había mucha
agua. En el canal bajaba un gran caudal de agua y había mucha corriente, nadie sospecharía
nada.

Pusieron el coche en punto muerto y lo empujaron, la furgoneta cayo como peso muerto al
canal. Al principio se quedó flotando pero poco a poco se fue hundiendo. Natalia y Alberto se
quedaron mirándola unos instantes. Cuando la furgoneta se acabó de hundir todo lo que la
profundidad de dicha canalización de hormigón le permitió se dieron la vuelta y se pusieron a
caminar dirección al chamizo. El paseo duro 15 minutos, pues el canal estaba a las afueras del
pueblo y la bodega que utilizaban como chamizo también. Durante el camino no se dijeron nada,
simplemente se limitaron a caminar juntos.

Cuando llegaron al chamizo estaban Richi, Edu y María mirando el fuego con las miradas
perdidas. Eduardo ya tenía la cara limpia y a Richi ya no le dolía prácticamente nada la pierna.
Los tres chavales se volvieron cuando oyeron entrar a la bodega a Alberto y Natalia.
-“Ya nos hemos deshecho de la furgoneta, no podemos decir nada a nadie, en cuanto
encuentren el vehículo empezaran a buscar el cuerpo.”- Dijo Alberto.
-“Estamos todos de mierda hasta las orejas.”- Dijo Natalia.
Los cinco esperaron a que se consumiesen por completo los dos cuerpos y después limpiaron la
chimenea de cenizas que tiraron ayudándose con unos cubos en una finca al lado de la bodega,
dejaron todo bien limpio y se marcharon a sus respectivas casas.


El Cheetos vendió la Haricotiza mucho más rápido de lo que creía, esa mierda se vendía sola. La
gente era un poco reacia al principio por ese color rosa tan raro, pero a la vez era ese color rosa
era lo que permitía diferenciarse de otras sustancias. Había empezado el reinado de la
Haricotiza.
-“Joder, aquí puede haber un filón cojonudo, el puto Tordo tenía razón. Tengo que llegar al
productor de esa nueva sustancia, es cojonuda.”- Pensó el Cheetos mientras se frotaba las
manos en su casa de Torrecilla.

CAPÍTULO 7


Viernes por la tarde, el pueblo de Alesanco se estaba empezando a inquietar con las
desapariciones de Marta, Jorge, Ángel e Itziar. La policía todavía tardaría dos días más en
encontrar la furgoneta del padre de Jorge en el canal.
Esa tarde habían quedado todos en el taller de David, tenían que hacer más Arizotiza para la
remesa del lunes. Con todos los contratiempos que habían tenido no habían tenido oportunidad
de fabricarla.

David había estado toda la semana estudiando mucho en León, era semana de exámenes y no
había tenido tiempo para la vida social, había estado totalmente incomunicado en toda la
semana. David no sabía nada de lo que había pasado a sus primos Marta y Jorge.
David y Natalia llegaron los primeros a la puerta del taller.
-“ Joder no he sabido nada de vosotros en toda la semana, va todo bien?”- Preguntó David a
Natalia mientras metía la llave en la cerradura y la giraba.
-“Bueno, hay novedades. Alberto esta también metido en el ajo.”- Dijo Natalia.
A David no le dio tiempo a responder, cuando llegaron María, Alberto y Richi.
-“Vaya, así que tú también sabes la movida de esto, no ¿?.”- Le preguntó David a Alberto.
-“Venga dejaros de mierda y vamos dentro, que esto pesa.”- Dijo María señalando las dos bolsas
que llevaba en ambas manos.
María había estado comprando tizas de color rosa en los chinos donde solía comprarla. El dueño
de la tienda de Nájera que se llamaba Chin Lú le había empezado a hacer preguntas. Preguntas
y más preguntas. Al final María le había contado para que era y le prometió una pequeña parte
del pastel si se mantenía con la boca cerrada y le proveía de tizas. Así que ya tenían una fuente
inagotable de tizas para la fabricación de la Haricotiza, Chin Lú era totalmente de fiar.
-“Joder, no sé si esto es malo o bueno, otro más en el ajo.”- Dijo Richi.
-“Bueno lo importante es montar bien esto, así nadie sospechara nada.”- Apuntó Natalia.
Edu abrió la puerta del taller.
-“Hola, Alberto, Richi, ayudarme a entrar los sacos de harina, rápido.”- Dijo Eduardo.
Eduardo había cogido un par de sacos de la mejor harina que se hacía en su fábrica. Los había
subido al coche cuando creía que nadie le veía. Un compañero de la harinera donde trabajaban
le había visto intentado subir el saco a su coche y como Edu no podía solo, Mohamed le había
ayudado.

Mohamed era un molinero que trabajaba en el turno de Eduardo en la Harinera. Era un tipo de
mundo y sabía perfectamente que sacar de manera ilegal producto de la fábrica era motivo de
despido inminente. Edu estuvo hablando con él durante un rato y al final acordaron una especie
de colaboración empresarial, Mohamed también estaba en el ajo.
-“Joder, a ver si lo entiendo, tenemos dos distribuidores “oficiales” y de fiar para la fabricación
de nuestro producto…Creo que esto puede funcionar.”- Dijo Alberto.
-“Somos muchos, creo yo. Vamos a ganar una puta mierda.”- Dijo David.
-“A parte del Cheetos y su red de distribución.”- Dijo Richi.
-“Con el Cheetos hablaré yo cuando le llevemos el próximo cargamento.”- Exclamó Natalia.
-“Bueno empezamos o qué ¿?.”- Preguntó María.
Con las indicaciones de Natalia, que todos siguieron al pie de la letra empezaron a producir la
Haricotiza. Cuando todos estaban en plena faena, Edu se dio cuenta de algo:
-“Joder, tenemos el mezclador en el chamizo, del otro día.”- Dijo Edu.
-“¿Qué otro día?- Preguntó David atónito.
-“ Pues ir a por él, o qué?”.- Dijo Natalia.
Entonces David y Richi salieron por la puerta del taller del padre de David con dirección al
chamizo. Fueron en el coche azul “huevo” de David, pues Richi no tenía el coche en Alesanco.
-“Joder tío, esto está empezando a echar a andar, puede ser un gran negocio.”- Dijo David
mientras giraba dirección a la bodega.
-“Tú no te preocupes por nada, que el Cheetos nos la va a colocar enseguida, es un tío de puta
madre. Tiene muchos contactos, hazme caso.”- Exclamó Richi.
Llegaron al chamizo, Richi abrió la puerta de madera de la entrada. Entraron al cuarto de la
chimenea los dos, estaba todo muy limpio. Richi fue donde estaba el mezclador y lo cogió
mientras David miraba todo asombrado.
-“No había visto la bodega tan limpia en mi vida. Habéis subió a limpiar o qué?.”- Preguntó David.
-“Esto….Eh…Habrá subido Inés a limpiarlo algún día que se aburría, yo que sé.”- Dijo Richi
titubeando. Richi salió del chamizo y cargó el mezclador en el coche de David.
-“Ya claro…”- Dudaba David.

Mientras Richi cargaba el mezclador en el coche, David vio algo detrás de una pata de la mesa
en el suelo, al fondo. David se acercó y lo cogió, se quedó estupefacto. Rápidamente se lo metió
al bolsillo mientras salía del chamizo. Mientras Richi cerraba la puerta de la bodega David estaba
dándole vueltas a algo. Había algo ahí que no encajaba.

De camino al taller de David no se dijeron nada, Richi y David ni siquiera se miraron.

Llegaron al taller y entraron David y Richi. Richi dejó el mezclador en la mesa que cogieron Edu
y Maria. Alberto estaba utilizando el soplete para recalentar cola cao para la mezcla de la
Haricotiza. El cola cao lo podían comprar sin ningún problema en cualquier supermercado sin
levantar sospechas. La cantidad por kilo en la Haricotiza que se utilizaba de Cola cao era
minúscula, con las cajas grandes de 5 kilos tenían para bastantes kilos de Haricotiza.
David se puso en medio del taller y se sacó algo del bolsillo. María, Alberto, Edu, Richi y Natalia
se le quedaron mirando. David abrió la mano y todos pudieron ver lo que era. Siencio sepulcral.
Solo se oía el ruido del soplete de acetileno que tenía encendido Alberto en sus manos.
-“Haber que cojones, pasa aquí. Ya estáis contándome lo que pasa panda de cabrones. Que
habéis estado tramando en mi ausencia?.”- Dijo David mostrando el reloj Casio de su primo Jorge
que había cogido de detrás de la pata de la mesa del chamizo.
El reloj estaba en hora, las 17:37 de la tarde. Habían quemado el cadáver de Jorge, pero en la
cruenta batalla se había roto la correa y había ido a parar a una esquina de la habitación de la
chimenea del chamizo.
-“Joder que bien hemos limpiado. Así se limpia la escena del crimen, sí señor.”- Dijo Edu.
-“Esto David, yo…”- Dijo Alberto.
-“A ver que es que tus primos…, estaban donde no debían.”- Acertó a decir María.
-“Joder, es no puedes dejar las cosas quietitas’.”- Dijo Natalia.
-“David no es lo que parece, no teníamos intención de que ocurriese eso. No teníamos intención
de romperle la correa, joder está destrozada.”- Dijo Richi acercándose a David y cogiendo el
reloj.

Las 17:40. David los miraba a todos atónito. Entonces de repente lo comprendió todo. Se habían
cargado a sus primos, habían matado a Marta y a Jorge.
-“ Joder, pero no os dais cuenta? Esto hace tiempo que se nos ha ido de las manos. Donde coño
están los cuerpos de mis primos?.”- Preguntó David con lágrimas en los ojos.
-“No podemos rendirnos ahora, ya tenemos todo listo. Solo son daños colaterales”.- Dijo Edu.
-“ Es duro todo esto, pero ahora tenemos que hacer que la muerte de nuestros amigos haya
valido la pena. No podemos entregarnos David.”- Dijo Natalia con pena.
-“A la mierda, ahora mismo pienso ir a la policía, eso está fuera de lugar, estáis todos locos.
Hablaremos, diremos que ha sido en defensa propia, un accidente yo que sé. Y no nos pasará
nada. Tenemos que responsabilizarnos de nuestros actos.”- Dijo David al mismo tiempo que se
giraba para salir por la puerta.
Richi estaba detrás de David y cuando se dio la vuelta se quedaron de frente.
-“No lo hagas.”- Le susurró Richi.

David le miró y avanzó un paso.

Las 17:49 marcaba el reloj Casio de Jorge que David sostenía en su mano derecha. Era la hora de
su muerte.

Entonces Richi que se vio rodeado de las miradas de María, Natalia, Edu y Alberto, y se vio
obligado a detenerlo. Cuando David avanzaba hacia él y la puerta, Richi se sacó de la manga una
patada voladora que ni el mismísimo Steven Seagal en sus mejores tiempos. La zapatilla derecha
de Richi golpeó de manera brutal el estómago de David que se vio sorprendido. La brutal fuerza
de Richi hizo que David fuese impulsado hacia atrás. Muy hacia atrás.

Los demás miraban atónitos. Alberto seguía teniendo el soplete en la mano.

David retrocedió, llegando hasta donde estaba Alberto que sin querer le apunto con el soplete
en el pie derecho. David cayó al suelo entre gritos y quejas. Tenía el pie achicharrado.
Con David en el suelo, lo único que tuvo que hacer Alberto es agacharse un poco y seguir
aplicándole el soplete como si David se tratase de una hamburguesa. David chillaba de dolor,
Richi jadeaba debido al esfuerzo de su patada y Alberto cocinaba.
Alberto estuvo aplicándole el soplete un par de minutos hasta que David dejó de moverse y de
chillar. Olía a quemado.
-“Joder menuda barbacoa que has preparado, hermano.”- Dijo María.
-“Otro más…otra vez lo mismo…”- Dijo Natalia.
-“Y con esto que hacemos, otra vez a los cerdos no, creo que ahora nos pueden ver sacarlo a la
calle.”- Dijo Edu mientras pensaba.
-“Rápido Edu ve a tu casa a por un par de palas, y unos guantes de horno, lo enterraremos en el
terreno que hay detrás del taller”. Dijo Richi.

Todos conmocionados cogieron el cuerpo de David gracias a los guantes de horno que había
traído Edu de su casa y lo pusieron en una fosa que Aberto y Richi cavaron en el terreno de
detrás del taller. Otro habitante más en Alesanco había desaparecido misteriosamente.
El coche azul lo metieron en el taller y dejaron las llaves puestas. Dejaron el taller cerrado y
tiraron las llaves al rastrojo de al lado, para que tardasen más en poder entrar en él.
Terminaron de hacer la remesa de Arizotiza, 5 kilogramos.

Llevaron todos los materiales y la Haricotiza con ayuda del coche de Alberto al chamizo, ya no
podían usar más el taller del herrero como laboratorio.
Se sentaron todos en el sofá del chamizo antes de irse a casa a cenar.
-“Joder esto es una movida, está muriendo gente.”- Dijo Alberto.
-“No podemos dejar que nos afecte, estamos de mierda hasta el culo. Ya no habrá más daños
colaterales, ya nadie más puede meter las narices en esto.”- Dijo Natalia.
-“No podemos dejar y seguir fabricando la Haricotiza aquí, mi abuelo nos pillará”. Dijo María
-“Tenemos que cambiar de lugar, además no tardará la policía en empezar a investigar todas
estas desapariciones.” Exclamo Edu.

-“Hay que andar con mil ojos, pero vosotros pensar en cuanto dinero vamos a ganar…jajaja.
Tranquilos, algo se nos ocurrirá, algo se nos ocurrirá…”- Dijo Richi.

CAPÍTULO 8


En el pueblo de Alesanco, ya estaba cundiendo algo parecido a el pánico, no era muy normal
que en un pueblo tan pequeño desapareciese tanta gente, y además de la misma cuadrilla.
Gente pensaba que se trataba de abducciones alienígenas, otros que se habían ido de juerga, a
otras personas se lo traía al pairo, y había mucha gente que creía que la historia escrita y relatada
por unos de los desaparecidos se estaba haciendo realidad. Mucha gente había leído el
misterioso caso del boli verde 2.0 y creían que algo así estaba pasando. Habladurías y más
habladurías en el pueblo mientras las familias de los jóvenes estaban muy atemorizadas y
desesperadas.

Esa mañana de sábado por la mañana había mucho alboroto en la puerta del cuartel. Estaban
muchos familiares de los desaparecidos para denunciar sus ausencias. Las denuncias de las
desapariciones de Itziar, Ángel, Marta, Jorge y David se llevaron a cabo. Después de formalizar
todo el papeleo se les entregaron a las familias refrescos y embutidos en una merendola
improvisada para intentar calmar los ánimos.


Eran las 24.00 h de la noche Amparo salía de su estudio en una de las calles céntricas de Madrid.
Abajo le estaban esperando dos compañeras del master y ahora amigas suyas. Habían quedado
para ir de fiesta y desestresarse un poco de los estudios. Amparo no conocía mucho la capital,
pero poco a poco se iba haciendo a ello. El cambio de vivir en un pueblo como Alesanco a vivir
en Madrid era muy grande. Incluso viviendo toda su vida en Logroño todavía le parecía un
cambio muy grande.
Cerró la puerta de un portazo y miro si tenía todo lo que necesitaba. Había cogido bastante
dinero, pues salir de fiesta en Madrid no era como salir de fiesta por la zona de Nájera, ni
parecido. Con un poco de suerte vería esa noche a alguien famoso. Abajo estaban sus dos
amigas, que no tengo ni puta idea como se llamaban, pongamos Amiga 1 y Amiga 2.
-“ Vamos Amparo, que llevamos un rato esperándote!”- Le dijo Amiga 1 cuando Amparo estaba
abriendo la puerta del portal para salir a la calle en su encuentro.
-“Ya iba, joder es que tenía que dejar la casa un poco recogida, jopelines.”- exclamó Amparo
cerrando la puerta de un golpe seco.
-“Venga pues vamos de fiesta a la Superdicoteca, lo vamos a pasar genial. Amparo que chaqueta
más bonita llevas.”- Le dijo Amiga 2.

Las 3 amigas fueron andando dirección a la Superdiscoteca, en el camino se iban cruzando con
gente que se veía a una legua que también iban de fiesta. Era la noche madrileña, era el
despiporre total. Cruzaron varias calles y ensenadas como si nada, y anduvieron andando en el
coche de San Fernando, un ratito a pie y otro caminando. De vez en cuando Amparo y Amiga 1
se paraban a esperar a Amiga 2 que se paraba a mirarse en todos los escaparates y portales
donde podía ver sin ningún problema su reflejo. Amiga 2 sacaba sus 400 cachivaches del súper
bolso y se retocaba una y otra vez.
-“Joder a este paso no vamos a llegar nunca, puta cansa. ¡!! Amiga 2, date prisa cojones, que ya
vas súper mona, que a este paso llegamos mañana.”- Le chilló Amiga 1 a Amiga 2 desde la otra
acera de la calle.
-“Ya te digo si ya mas no se puede pintar. Parece que ha salido a matar a Batman, en vez de
fiesta. La ostia!”- Puntualizó Amparo.
Y después de idas y venidas y andar un buen rato llegaron a la puerta de la Superdiscoteca. Había
una cola larguísima, muchísimas gente esperando para poder entrar a la discoteca más famosa
de Madrid, la Superdiscoteca.
-“Menuda cola que hay, para cuando lleguemos a la puerta van a tener que cerrar.”- Dijo Amiga
1 un tanto decepcionada.
-“Ostias, es normal que haya tanta gente?, aquí vamos a echar la noche.”- Dijo Amparo mientras
miraba la larga cola de gente en espera.
Al fondo había un par de seguratas vestidos de negro riguroso con zapatillas rositas. Eran pareja
de hecho, pero eso lo disimulaban muy bien cuando trabajaban en la Superdiscoteca.
-“Anda ya, ahora mismo entramos, dejarme a mí.”- Dijo Amiga 2.

Amiga 2 fue directamente hacia la cabeza de la cola y se puso a hablar con los dos seguratas.
Amparo y Amiga 1 esperaban haciendo cola mientras más gente es ponía detrás de ellas para
esperar también. Amiga 2 estuvo un rato hablando con los dos seguratas y uno se inclinó y Amiga
2 le dijo algo al oído, entonces al segurata se le puso una sonrisa en su cara de póker. Tenía los
dientes más blancos que Amparo había visto en su vida. Amiga 2 se dio la vuelta y les indico a
Amiga 1 y a Amparo que se acercasen.
-“Vamos chicas adentro.”- Dijo Amiga 2 mientras el segurata se quitaba de en medio y las tres
chicas accedían dentro de la discoteca.
El segurata volvió a poner la cuerdita o cordón de tercio pelo y se puso al lado del otro. La gente
en la cola se miró incrédula, menuda suerte tenían esas chicas.
-“ Pero como coño has hecho eso, estoy flipando!”- Exclamó Amiga 1 mientras se dirigían las 3
a dejar los abrigos al guardarropas.
-“ Pero aquí no hay que pagar para entrar?”- Preguntó Amparo extrañada.
-“Pues claro, joder y es de las más caras. A ver Amiga 2 que coño le has dicho para que nos dejase
entrar? Que fuerte!!!.”- Dijo Amiga 1 emocionada.
-“A ver a ese pavo ya lo conocía, bueno de hecho a los dos, yo salgo mucho por aquí y por todos
los lados, jejeje. Son pareja pero son muy majos. Le he dicho que si me dejaba entrar a la salida
cuando cierren les daba a probar una mierda nueva que llevo en el bolso, y claro no se han
podido resistir.”- Dijo Amiga 2 con cara triunfal.
-“ Que llevas drogas?, joder, como nos pillen ya verás tu que gracia… Además yo paso de esas
mierdas.”- Dijo Amparo.
-“Que es una droga nueva, tú no te preocupes, ya me dirás luego…”.- Dijo Amiga 2.
-“Que sí, que sí, vamos a pedir algo y a rompernos.”- Exclamó Amiga 1.

Pidieron un cubata y fueron al centro de la pista, se estuvieron rompiendo y volvieron a pedir
otro cubata. Y volvieron a pedir otro cubata y otro, y otro. Perreaban de lo lindo, y estaban con
un pedo que ni Alfredo, menuda juerga. Estaban a tope, se lo estaban pasando de muerte.
Entonces Amiga 2 les dijo que se acercasen a las dos, fueron a una esquina de la pista. En esa
esquina la luz era más baja y era donde iba la gente a enrollarse. Amiga dos miro a las otras dos
y mientras Amparo le sujetaba el cubata y no le quedaban las manos vacías, Amiga dos abrió el
bolso. Saco una pequeña papelina de color rosa y se la enseñó a sus dos acompañantes mientras
la abría.
-“ Que es eso rosa?, yo paso de drogarme eh!.”- Exclamó Amparo mientras sujetaba los dos
cubatas de pacharán naranja con las dos manos.
-“ Esto es lo nuevo, es lo más, se llama Haricotiza, es la ostia. Me lo han conseguido un gran
amigo, hay muy poco en el mercado y es muy difícil de conseguir. Ya veréis como mola.”- Dijo
Amiga 2.
-“ Haricotiza?, no lo había oído nunca, bueno ponme un poco en el cubata a ver qué tal sienta.”-
Dijo Amiga 1, mientras Amiga 2 le echaba Haricotiza en el cubata.
Entonces miró a Amparo.
-“ Que yo pasoh de esa mierdah ostiash.”- Balbuceó Amparo.
Entonces Amiga 2 rápidamente echo Haricotiza a uno de los cubatas mientras Amparo los
sostenía. Sin que Amparo reaccionase Amiga 2 cogido los dos cubatas y los revolvió con las
manos.
-“ Donde está la bolita eh Amparo? En uno de los dos hay mierda de la buena en el otro no,
escoge uno y te prometo que no te vuelvo a dar la chapada más con esto. Hazme caso te sentara
de puta madre y experimentaras algo nuevo y muy guay.”- Le dijo Amiga 2 sonriendo.
Amparo dudó, pero su mente estaba un poco espesa, cogió un cubata y se lo bebió de trago ante
la mirada atónita de las otras dos.
-“Joder, vale es lo justo, yo haré lo mismo, a tope.”- Dijo Amiga 2 justo antes de beberse el
cubata que tenía en la mano de trago también.
-“Estáis como una regadera, pero una de las dos va a tener un cebollazo máximo mañana, jajaja.
Putas locas.”- Dijo Amiga 1.
Estuvieron bailando a tope, Amiga 1 estaba acostumbrada a esas sustancias, pero esa era nueva,
era especial. La Haricotiza empezó a hacer efecto. A Amparo le toco la bolita. Empezó a sentir
calor, mucho calor. La música de la Superdiscoteca se empezaba a evadir, a percibir en lo más
lejano, pero la Superdiscoteca era un infierno hacía mucho calor.
Amparo se fue al baño, rápidamente.
-“Creo que le ha tocado el cubata especial, jajaja. Seguro que va al baño a echarla pota.”- Dijo
Amiga 2.

Amparo encontró el baño, entro y vio urinarios de pie que le saludaban y de donde salían llamas.
Se había equivocado de baño, retrocedió y entro en el de las mujeres. El baño estaba vacío, sin
ningún alma, pero hacía un calor de 3 pares de cojones, calor mucho calor. Fue directa hacia el
grifo necesitaba refrescarse. Abrió el grifo todo lo rápido que pudo tambaleándose, pero no salió
ni una gota de agua. Los cabrones de la Superdiscoteca lo tenían todo pensado y no iban a
permitir que alguien utilizase agua gratis dentro de su recinto. En el baño había un dragón rosa.
-“ Hola Amparines, que haces tienes calor, o k ase?”- Le dijo el dragón rosa antes de reírse.
-“Calla estúpido, no eres real, eres una maldita alucinación. Menudo pedal llevó.”- Dijo Amparo
chillando.

Calor, mucho calor. Entonces se le ocurrió la genial idea, agua necesitaba agua. Amparo se quedó
mirando al retrete que había detrás de la puerta que estaba abierta. El retrete tenía la tapa
levantada. Era la única agua que había en ese baño, Amparo ni se lo pensó. Dejó el cubata en el
lavabo donde en el fondo se podía ver la Haricotiza que había quedado sin diluir. Cogió carrerilla
y entro en el cubículo y metió la cabeza en el retrete a la vez que buscaba con la mano derecha
el botón de la cisterna y con la mano izquierda se sujetaba el pelo. El sonido del agua vaciando
la cisterna fue como el sonido de los dioses, Amparo se empapó. De repente un agradable
escalofrió le recorrió el cuerpo. Ya había dejado de hacer calor, de repente hacia mucho frio.
Todo se volvió oscuro, negro, el agua le invadía, Amparo se desmayó.
Murió poco después ahogada en el retrete mientras sus amigas entraban en el baño de la
Superdiscoteca y encontraban su cuerpo sin vida. De poco le sirvió sus conocimientos de
socorrista.

La Haricotiza había llegado a Madrid.


El móvil sonó, su mano se deslizó de entre las sabanas dirección a la mesilla. Encendió la luz de
la lamparita de noche mientras intentaba abrir los ojos, su móvil seguía sonando. Tanteo con la
mano izquierda la mesilla tirando las llaves y la cartera al suelo. Al final encontró el móvil.
-“ Si?, que quieren, saben qué hora es?”- Dijo una voz medio somnolienta.
-“Exactamente las 5:47 horas de la noche, señor.”- Dijo El interlocutor.
-“ A ver qué coño pasa?”- La voz sonó irritada.
-“Cuerpo sin vida encontrado en la Superdiscoteca por sobredosis. Encontrado en los lavabos.
La llamada a la central la dieron dos chicas que no han querido identificarse por miedo a algo,
seguramente llevaban ellas las drogas.”- Dijo El interlocutor.
-“Joder, sabía que tarde o temprano tenía que pasar algo en esa maldita discoteca. Pues el lunes
quiero un informe detallado en mi mesa a primera hora. No sé para qué cojones me despiertas
por una puta sobredosis. Coca?, Cristal?”- Dijo cabreado.
-“Señor, es que hemos encontrado un cubata con una sustancia extraña en el baño al lado del
cuerpo, suponemos que eso fue lo que le provocó la sobredosis. Es una nueva sustancia, no
sabemos que droga es, es algo nuevo. Sera mejor que venga Inspector Aniceto.”- Dijo la voz
temblorosa.
-“Joder, vale. 20 minutos.”- Dijo Aniceto y colgó mientras salía de la cama.

CAPÍTULO 9


Las campanas de la iglesia de Alesanco tocaban a ritmo de las 12:00 del mediodía ese domingo.
A la 13:00 h habían quedado para salir a echar un vermut o 300 vinos. Richi salió a las 11:00, le
gustaba salir antes de tiempo para empezar a beber antes que los demás.

A la hora acordada salieron Natalia y María, que se encontraron con Eduardo y Richi cuando
entraron en el Leonor. Pidieron unos pichines y unos vinos y poco después llegó Alberto.
-“Joder, pues necesitamos otro sitio para hacer la Haricotiza.”- Dijo Alberto mientras pedía un
blanco, de la cooperativa.
Todos se miraron y recordaron todo lo que había pasado días atrás, que ahora parecía muy
lejano. Alberto tenía razón.
-“Tiene que ser un lugar alejado, donde no se nos vea ni oiga.”- Puntualizó Eduardo.
-“No puede ser ninguna de nuestras casas o propiedades, porque si no tarde o temprano nos
pillaran. Yo ya paso de más muertes ni daños colaterales, estoy cansada de esto.”- Dijo María.
-“Pues montamos el laboratorio en alguna granja o algo.”- Dijo Richi mientras se bebía el vino
de trago.
-“Ya está, montaremos el laboratorio de Haricotiza en la ermita. En la casa que hay al lado de la
ermita, donde vivía la monja antes. Es perfecta, tiene luz, está alejada y nadie se preocupa por
ella.”- Dijo Natalia triunfalmente.
-“Pero y como entramos, si reventamos la puerta, la gente que pase por ahí se dará cuenta.”-
Puntualizó Alberto.
-“Tienes razón, tenemos que robar la llave.”- Dijo Richi.
-“La llave la tiene el cura, tenemos que cogerla de la iglesia.”- Dijo Natalia.
Todos se miraron, Natalia tenía razón, había que robar la llave de la sacristía de la iglesia.
En ese instante entro por la puerta del bar Iker. Iker llegaba de pasar unos días en Sevilla y no
sabía nada de la película.
-“ Hola chavales, que hacéis?”- Dijo Iker mientras se sentaba en un taburete.
-“ Nada, aquí hablando de todo un poco, vamos a entrar a la Iglesia a robar, te apuntas?”- Dijo
Eduardo.
-“ Ostia, que planes más raros hacéis ahora, no? Pero bueno mola, por lo menos hacéis algo
diferente.”- Dijo Iker.
-“ Naa, solo para divertirnos, cogeremos unas ostias de la sacristía y nos iremos. Solo eso Porfin,
nada de robo, robo.”- Dijo Richi intentando tapar el verdadero motivo.
-“El cura nuevo, Esteban, creo que por las tardes se dedica a limpiar la iglesia. Porque por la
mañana los domingos celebra dos misas y las viejas se suelen repasar y pedear en las bancas de
la iglesia y el cura va por la tarde a limpiarlo, cuando todavía está fresco.”- Explicó María.
-“ Vale pues quedamos por la tarde a la hora del café, sobre las 17:00 os viene bien?”- preguntó
Natalia.

Todos respondieron afirmativamente y después de pagar la ronda se fueron a sus respectivas
casas, menos Richi que se quedó una horita más de vinos.

En el camino a casa Edu iba contándole a Iker a medias las movidas que habían tenido esos días
en los que Iker había estado en Sevilla. Iker se fue a casa a comer flipando pepinillos.
A las 5:00 estaban Edu, Iker, María, Natalia, Alberto y más tarde llegó Richi que se había ido a
casa tarde y había comido a las 4:30.
-“Malditos vinos, por poco llegó tarde.”- Dijo Richi al entrar al bar y sentarse con los demás.
-“Esperaremos a que anochezca y entramos en la iglesia, así no nos vera el cura.”- Dijo Natalia.
-“Ok, yo he traído pasamontañas, por si acaso.”- Dijo Iker.
Se pusieron a jugar al come mierda y poco a poco se fue haciendo de noche.


El párroco Esteban estaba en limpiando las bancas con un paño y agua caliente desde la parte
del crucero de la iglesia hacia atrás en la nave principal. Se hizo de noche y entro a la sacristía a
encender las luces. El cuadro de mandos de luces estaba junto a la vitrina de armas de caza que
poseía el párroco. Siempre que Esteban pasaba por delante de ella, se acordaba, al mirar de
reojo a su escopeta favorita, los buenos tiempos de caza en Botswana.
Esteban encendió las luces de la nave principal y volvió por la sacristía y el altar a bajar a los
bancos para terminar de limpiar los de abajo.
Llegaron a la puerta de la iglesia y Iker la empujo.
-“Joder está cerrada, por aquí no podemos entrar. Igual no está.”- Dijo Iker.
-“Tiene las luces dadas, que si esta.”- Dijo María.
-“Vayamos por la puerta del salón parroquial, fijo que ha entrado por ahí.”- Dijo Natalia.
Doblaron la esquina y se pusieron enfrente de la puerta del salón parroquial.
-“Yo me quedo aquí, a vigilar, por si viene alguien.”- Dijo María sacando una bolsa de pipas para
disimular.
Iker se puso el pasamontañas, que tenía una bola roja en la parte de arriba y empujó la puerta.
La puerta se abrió. Entraron Iker, Edu, Richi, Alberto y Natalia. María se quedó en la puerta a
vigilar mientras que hacía que comía pipas y pasaba el rato sin ninguna preocupación.
Entraron todos al salón parroquial, estaba oscuro. Iker seguido de los demás subió por las
escaleras que subían hacia el escenario. Llegaron a la puerta que daba bajada a la sacristía.
-“No deis ruido, igual está aquí dentro.”- Dijo Iker mientras ponía la oreja en la puerta y
escuchaba.
Esteban seguía limpiando las bancas con ímpetu, estaba llegando a las últimas filas.
Iker abrió la puerta y los cinco bajaron rápidamente, con el sigilo de una pantera a la sacristía.
La sacristía estaba a oscuras, pero un haz de luz penetraba desde el altar por la puerta que
Esteban había dejado medio abierta.

La sacristía estaba llena de armarios, sifonieres y cajoneras de cerezo de la china.
-“Ostras, esto está lleno de armarios donde buscar.”- Dijo bajito Richi.
-“Vamos a jugar a un juego, el que encuentre las llaves de la ermita gana.”- Dijo Natalia.
-“ Eh?, que coño decís?”- Exclamó Iker confuso.
-“Tú encuentra las llaves de la ermita y sal cagando leches, hazme caso.”- Dijo Edu.
-“Rápido y no hagáis ruido.”- Puntualizó Alberto.
Ayudados de la luz de sus móviles de última generación, se pusieron a buscar por todos los lados,
abrían cajones, puertas de armario, miraban en bolsillos de ropa. Poco a poco iban dejando la
sacristía patas arriba, cajón o puerta que se abría, no se volvía a cerrar, no estaban para perder
tiempo.

Alberto encontró una estantería llena de libros de derecho cristiano. Se le iluminaron los ojos
como platos y dentro de sus pantalones tuvo una erección. Cogió un libro y al deslizarlo para
abrirlo se desprendió de dentro una cadena con un colgante de Jesucristo en la cruz. El colgante
al caer al suelo hizo el mayor ruido que habían oído en sus vidas los chicos.
-“ Quien coño anda ahí?.”- Se oyó una voz desde dentro de la iglesia.
Entonces Iker encontró una llave con un llavero azul de plástico donde podía leerse con letra de
señora mayor la palabra ermita.
-“Ya está, ya la tengo.”- Dijo Iker triunfalmente mientas las enseñaba a los demás.
-“Rápido, salgamos de aquí cagando leches, que viene.”- Susurró Edu.
Rápidamente se abrió la puerta de la sacristía, Alberto tuvo tiempo de esconderse detrás de un
montón de túnicas en un gran armario. Los demás echaron a correr escaleras arriba hacia el
salón parroquial.
Esteban se quedó estupefacto, habían entrado a robar a su iglesia.
-“Pues si creéis que me voy a dejar robar tan fácilmente, la lleváis claro. Con lo poco que llevo
de párroco en este pueblo seria el hazme reír de la diócesis, faltaría más.”- Masculló para sus
adentros Esteban.

Alberto desde su escondite abrió un poco la puerta y pudo ver por una rendija como el párroco
Esteban iba hasta el cuadro de luces y las encendía todas. Después se acercó hasta la vitrina de
caza, abrió la puerta y cogió su escopeta favorita. Era una escopeta semiautomática Browning
Silver Camo de calibre 20. Cargó la escopeta y se llenó el bolsillo de cartuchos.
Richi, Edu, Natalia e Iker corrían pasando el escenario del salón de actos y bajando hacia la salida.
En un repentino ataque de miedo Edu, se desvió hacia la derecha al bajar y se escondió en el
baño que había en el salón parroquial. Se puede decir que tuvo un ataque de mierdo. El ruido
del cerrojo al cerrar se solapó con el ruido de la escopeta cargada al cerrarse. Esteban Llegó al
salón parroquial a la vez que la puerta de la calle se cerraba.
-“Malditos cabrones, venir a robar a una iglesia, arderéis en el infierno.”- Gritó Esteban mientras
abría la puerta y se aseguraba que en la calle no había nadie.
Después cerró la puerta y un móvil empezó a sonar. No era el suyo. El sonido venia de detrás de
la puerta que daba acceso al campanario, donde estaba la caldera. Esteban apuntó su escopeta
hacia la puerta cerrada y avanzó lentamente.
-“jajaja, estas jodido o jodidos, ahí no tenéis escapatoria, salir y dar la cara.”- Gritó el párroco
Esteban.

Iker estaba detrás de la puerta buscaba nervioso su móvil, le estaba llamando Cristina, su novia
sevillana. Mal momento para charlas de novios. Iker apagó el móvil como pudo y mientras oía
hablar al cura se dio media vuelta y empezó a subir por las empinadas escaleras de madera que
daban acceso al campanario. Estaba muy oscuro, solo veía lo que la luz de su móvil le alcanzaba.
Las llaves de la ermita estaban en su bolsillo.
Esteban abrió la puerta de golpe y miró hacia arriba, se oían las pisadas de Iker subiendo por las
escaleras de madera del campanario. Se veía la luz del móvil del ladrón moverse rápidamente
por las alturas.
-“Pero hijo, ten cuidado sube despacio, no te vayas a matar.”- Dijo esteban mientras se reía.
El párroco sacó de su bolsillo derecho una linterna y empezó a subir hacia el campanario.
Edu, María, Natalia, Richi y Alberto estaban en la calle afuera sin saber lo que pasaba.
Iker llegó al final de las escaleras de madera, estaba en el campanario. Era de noche y hacia
mucho viento. Se empezaron a oír los pasos de Esteban, el cura estaba llegando también.
-“Joder estoy muerto, este primero dispara y luego pregunta.”- Mascullo Iker mientras miraba a
todos los lados.
La única salida era descolgarse al tejado de la iglesia y desde ahí intentar saltar al tejado de la
casa que tenía más cerca y de ahí bajar a su terraza y poder escapar. Esteban estaba llegando
arriba.
-“Maldito ladrón, ahora tendrás que darme explicaciones antes de que te pege un tiro, a mí no
me roba ni dios.”- Dijo el cura antes de que llegase al final de las escaleras.
Iker ni se lo pensó, ayudándose de las manos, se descolgó hacia el tejado y se soltó. Cayó de
malas maneras en el tejado de la iglesia. Esteban llegó al campanario y se asomó, vio a Iker
levantarse y echar a correr por la cumbrera hacia el final del tejado.
-“Quieto ladrón encapuchado o te disparo.”- Gritó Esteban al mismo tiempo que se apoyaba en
la barandilla y apuntaba al objetivo móvil, era un disparo muy fácil para él.
Iker seguía corriendo por la cumbrera, ya casi había llegado.
Pum pum, la detonación se oyó en todo el pueblo. Iker cayó al tejado y rodo por él, llego a la
cornisa y eso no le impidió seguir rodando. El cuerpo de Iker cayó del tejado al suelo mientras el
párroco lo miraba desde el campanario.
-“Ostia terrible.”- Dijo Iker antes de morir, tenía dos disparos en la espalda.


Natalia y Richi se acercaron rápidamente al cuerpo sin vida de Iker y le registraron.
-“ Aquí están, rápido vámonos.”- Dijo Richi mientras sacaba las llaves del bolsillo derecho de Iker
y se las metía al suyo.

Natalia y Richi se alejaron rápidamente del lugar. Se juntaron con María. Edu y Alberto salían en
ese momento por la puerta del salón parroquial a la calle. Se encontraron los cuatro y se
marcharon rápidos callejeando por el pueblo.
Mientras Esteban bajaba del campanario con paso veloz y la escopeta a la espalda llamaba a la
guardia civil.

Iker había venido de Sevilla y había perdido su vidilla.


Aniceto estaba viendo el futbol en el bar. Sonó su móvil. Eran temas de trabajo. Estaba viendo
el futbol, pero aun así sabía que tenía que cogerlo.
-“Jefe, hemos mandado hacer la autopsia del cuerpo de la joven de esta madrugada. Se llama
Amparo y era de Logroño, una chica riojana. Sus padres ya han sido avisados.”- Dijo su
interlocutor.
-“Vale, buen trabajo Melé. Quiero el informe de la autopsia para ayer. Yo me voy a encargar de
este caso personalmente. Y te quiero a ti al 100% en esto, los demás casos que tengas a medias
los delegas en alguien. Averigua todo lo que puedas de la sustancia, como se llama, como llegó
al cuerpo de Amparo, quien se la dio, donde la compraron, todo.”- Dijo Aniceto.
-“Si inspector, hare lo que pueda.”- Dijo el agente Melé.
-“El lunes te quiero a primera hora en mi despacho. A pasar buen domingo.”- Dijo Aniceto y
colgó. Justo en ese instante el Alcorcón metió gol al Real Madrid. Aniceto aún se puso más de
mala ostia.

CAPÍTULO 10


En el pueblo había decaído mucho el ánimo y todo Alesanco estaba consternado. Si no era
suficiente con las extrañas desapariciones, ahora había habido una especie de robo con un
muerto en la iglesia del pueblo, todos estaban en estado de shock. La furgoneta de Jorge había
sido encontrada pero no había rastro ni de él, ni de su cuerpo. Todo era muy raro. En Tvr y en
Telerioja, el noticiario regional ya estaban preparando un reportaje de investigación.

Esa mañana Alberto y María habían ido a la casa de la ermita a ver en qué estado estaba y a
adecuarla como laboratorio y cuartel de Haricotiza.
-“Joder, esto está lleno de mierda y polvo.”- Dijo Alberto abriendo la puerta principal.
-“Nos va a tocar hacer una súper limpieza a fondo.”- Exclamó María metiendo dentro una escoba
y un recogedor que había traído de casa.

En ese preciso instante dejos de ahí, pero no muy lejos, Cheetos apagaba su Ford Mustang y
aparcaba al lado del canal. Había llegado 5 minutos antes al lugar de encuentro con Richi, le iba
a traer más mierda de esa rosa. Un coche blanco, un 205 se acercó a gran velocidad por la
carretera, venía desde Alesanco. El coche paró bruscamente al lado del de Cheetos. Cheetos
estaba apoyado en el capó de su bólido fumando tranquilamente sin inmutarse. Del coche
blanco salieron 3 personas, una de ellas era Richi.
-“Hola tordo, ya veo que has traído compañía eh.”- Dijo Cheetos mirando a los otros dos.
El chico le sonaba de verlo de fiesta por ahí, era de Alesanco. Sin embargo la chica que les
acompañaba no le sonaba de nada. La chica se puso en medio de los otros dos y se acercaron a
hablar.
-“Hola Cheetos, buenos días.”- Dijo la chica educadamente mientras le dio dos besos a Cheetos.
-“ Hola, tu quien coño eres?, de que va todo esto Tordo?”- Preguntó Cheetos flipando.
-“Déjala hablar Cheetos, que estamos todos en esto.”- Dijo Richi.
-“Jajaja, ahora os manda una chica, no me jodas, jajaja.”- Dijo Cheetos riéndose y apagando su
porro.
Richi y Edu fueron a la parte de atrás del maletero del 205 mientras la chica se quedó hablando
cara a cara con cheetos.
-“Hola, hemos venido por las buenas. Nosotros tenemos el monopolio de Haricotiza, nadie más
en el mundo sabe cómo crear esta sustancia ni como obtenerla. Las reglas son sencillas, puedes
descojonarte de todo lo que quieras, si quieres nos vamos y te dejamos con tu puto negocio de
mierda de burundanga. Lo que tu prefieras gilipollas.”- Dijo de manera dura la chica.
-“Vale, vale tranquila. Era solo una broma.”- Dijo Cheetos.
-“ Eres capaz de moverla a nivel nacional o eso es mucho para ti?.”- Preguntó la chica.
-“ Por supuesto que puedo distribuirla a nivel nacional, pero no es tan fácil, habrá que subir el
precio y la cantidad.”- Dijo Cheetos.
-“Perfecto. Te vamos a entregar el material todos los lunes por la mañana. Tendrás el plazo de
una semana para colocarla. Nos pagaras ese mismo lunes la remesa completa. Si no eres capaz
de colocar toda la remesa esa semana allá tú, que la quedas para el arenero del gato.”- Dijo la
chica.
-“Entendido.”- Acertó a decir el Cheetos.
-“Esta semana te vamos a proporcionar 5 kilos de Aricotiza recién producida. El precio es de 40
euros el gramo, tú la colocas al que te parezca. Es una droga mucho mejor que la cocaína, pero
te aconsejo que la vendas a 60 el gramo. El lunes por la mañana quiero todo el dinero de la
remesa. Es decir 200,000 euros. Estas son las condiciones.”- Dijo la chica mirando fijamente al
Cheetos.
En ese momento Edu y Richi se acercaron con dos maletines negros de cuero. Edu y Richi le
entregaron los maletines al Cheetos. El Cheetos los puso encima de su capo y los abrió.
-“ Uhhh, vaya parece que jugáis fuerte. Este va a ser un negocio muy lucrativo para los todos.”
Dijo mientras cerraba los maletines y los metía dentro del coche.
-“El lunes que viene te traeremos la mercancía en otros maletines iguales a estos, pero la semana
que viene serán 10 kilos. Utiliza estos maletines para guardar el dinero y devolvérnoslos con él.
Todo bien?.”- Dijo la chica.
-“Perfecto, estos 5 kilos los tengo colocados para el jueves, sin problema.”- Dijo el Cheetos.
-“Una cosa, el lunes que viene, un cuarto de hora antes de las 10 te enviaremos un mensaje para
acordar el lugar del intercambio, hay que ser lo más cautos posibles.”- Dijo Richi al Cheetos.
-“Vaya chicos, quien os ha visto y quién os ve, estáis hecho todos unos profesionales. Jeje, Bueno
tordo hasta el fin de que viene, y tú eras Eduardo, no? ¿.”- preguntó El Cheetos.
-“Si, yo soy Edu.”- Dijo Edu.

Los 3 chicos se dirigieron hacia el coche y de repente El Cheetos se dio la vuelta. Se quedó
mirando a esa chica. Era una chica un poco alta, de estatura media pero un poco alta. Llevaba
un gorro de lana con dibujos en rosa y blanco, con cuerdas a los lados para atarlo y un pompón
en la parte de arriba. También llevaba unas botas de agua de color morado con dibujitos, y eso
que no llovía.
-“Eh tú, y tu quien coño eres”- Dijo El Cheetos señalando a la chica.
La chica con la puerta del 205 ya abierta se dio la vuelta y miró fijamente a los ojos de El Cheetos.
-“Mi nombre es La Nety, tu llámame Nety. Hasta el lunes.”- Dijo Natalia antes de meterse en el
coche.
El Cheetos se quedó mirando cómo se alejaba el 205 dirección Alesanco, mientras se reía. Había
dado con la gallina de los huevos de oro, pero ellos habían provocado la muerte de El Perry, en
cuanto la gallina dejase de dar huevos los mataría a los 3, aunque El Tordo fuese un conocido,
con el Cheetos no se jugaba.


El inspector Aniceto estaba repasando unos informes en su ordenador en su despacho. Estaba
fumando en pipa, la puerta de su despacho estaba cerrada. No se podía fumar en el
departamento de Narcóticos de la policía. Un par de golpes secos rompieron su concentración.
Dejo la pipa en la mesa y contesto:
-“ Quién es?, adelante!”- Gritó Aniceto.
La puerta se abrió y apareció la cabeza del agente Melé.
-“ Señor ya han mandado el informe de la autopsia de la joven muerta por sobredosis en la
Superdiscoteca.”- Dijo Melé mientras entraba en el despacho y le dejaba el informe recién
impreso encima de la mesa.
El agente Melé se marchó del despacho del Inspector Aniceto sin decir nada más. Aniceto cogió
el informe y se puso a leerlo concienzudamente. Ese era un caso muy interesante.

Entre María, Alberto, Edu, Richi y Natalia limpiaron y organizaron un estupendo laboratorio en
la casa de la ermita. Gracias a Mohamed y a Chin Lú obtenían la harina y la tiza para poder
elaborar la droga. Nadie se olía nada, el negocio iba bien. El Cheetos y su red de distribuidores
trabajaban bien y pronto la droga empezó a moverse por los suburbios y la gente chunga a nivel
de España, todo iba sobre la seda y nadie sospechaba nada. El trabajo en el laboratorio ermitaño
era agradable y con el dinero que sacaban de la venta del producto fueron comprando mejor
equipo y arreglando la casa por dentro para no levantar sospechas. Insonorizaron toda la casa y
la amueblaron con los muebles más caros del mercado, así crearon su cuartel general.
-“María, límpiate, que tienes algo rosa en la nariz.”- Le dijo Richi un día en el laboratorio.
-“Ah sí, será tiza que me habrá saltado.”- Dijo María mientras con la manga de su buzo de trabajo
se limpiaba la nariz.
Y así, los días iban pasando.

Al final de este capítulo un lindo gatito fue atropellado por un coche en la salida de Alesanco
hacia Azofra y murió en la carretera reventado, con todos los intestinos esparcidos por la
calzada.

CAPÍTULO 11


Elsa estaba recogiendo los platos de la cena y limpiando la cocina. Estaba en su piso de Bilbao,
lo hacía de manera automática, solo tenía en mente el examen de mañana. El examen de
mañana era muy importante para su carrera de medicina. Estaba muy nerviosa. Había estudiado
duramente durante días, semanas y meses. Había renunciado a todo por aprobar ese examen y
había utilizado todo lo que tenía a su alcance para lograrlo. Había utilizado durante ese último
mes ese producto milagroso, ese producto de color rosa. Lo había conseguido mediante un
amigo de dudosa reputación en la facultad. Era una sustancia ilegal, eso lo sabía, pero al fin y al
cabo te mantenía más horas despierto para poder estudiar. Era muchísimo mejor que el café.
Haricotiza, menudo invento. En cuanto realizase el examen no volvería a probar ni un gramo
más, se lo había prometido muchas veces y lo iba a conseguir, iba a aprobar el examen de
mañana e iba a dejar esa mierda antes de que se volviese una adicta y tirase todo por la borda.
El examen empezaba a las 8:30 h en el aula magna de la facultad de medicina de Bilbao, iba a
ser un examen muy duro.

Elsa salió de su cocina y por el pasillo se encontró con una de sus compañeras de piso.
-“Mucha suerte Elsa para mañana, que seguro que lo vas a pulir.”- Le dijo su compañera.
-“ Gracias, a ver…nose yo...”- Dijo Elsa nerviosa.
-“Venga chica, que seguro que lo haces estupendamente, que has estudiado un montón. Cuando
vuelvas del examen lo celebramos por todo lo alto yéndonos de fiesta por aquí.”- Le dijo su
compañera sonriendo.
-“Vale, a ver qué tal, que estoy un poco nerviosa.”- Dijo Elsa.
-“Seguro que lo haces muy bien. Pues lo dicho, que mañana cuando vayas al examen yo estaré
durmiendo, así que como dicen en el teatro: mucha mierda.”- Dijo su compañera despidiéndose
y metiéndose en su habitación.
Elsa entró en su habitación y preparo las cosas para el examen, siempre preparaba las cosas la
noche antes, para evitar que la mañana del examen con los nervios se olvidase de algo.
El reloj marcaba las 12:00 y Elsa nerviosa se fue a dormir después de meter lo que le quedaba
de Haricotiza en la mochila, nunca venia mal un poco por si acaso.
El despertador sonó a las 7:30 h de la mañana en la habitación del piso de Elsa en Bilbao, pero
Elsa ya llevaba un rato despierta.

Después de la ducha fue a la cocina a prepararse un tazón de leche y esta vez en lugar de añadirle
azúcar a la leche, Elsa saco una pequeña bolsita con Arizotiza de su mochila y añadió un par de
cucharadas, sin contemplaciones. Lo que la ducha no le había espabilado lo iba a hacer esa
maravillosa sustancia.

Luego, lo de siempre. Cogió todas sus cosas, llamo al ascensor y bajo hasta la planta sótano en
el parking. Se subió al coche, aquel golf negro-gris oscuro. Puso música y se dirigió hasta la
facultad de medicina. Le gustaba conducir por Bilbao a esas horas de la mañana, no se veían
contenedores quemándose ni se oían los ruidos de los troncos al ser golpeados con las hachas,
solo había nervios de examen.

Tardó en aparcar, debido a los nervios, parecía una novata. Cuando por fin, aparcó, se bajó del
coche y después de coger las cosas se dirigió por el parking de la facultad hacia la entrada
principal. En la entrada principal estaba su amiga, llamémosle….Emakumezkoak laguna.
-“ Hola Elsa, buenos días, estas nerviosa?.”- Preguntó Emakumezkoak laguna.
-“ Bueno un poco, y tú, que tal lo llevas?.”- Preguntó Elsa.
-“ Venga tía, que vamos a pulir.”- Dijo Emakumezkoak laguna.
Las dos amigas se unieron a la marea de gente que circulaba por los pasillos de la universidad.
La gente se fue dispersando por las diferentes clases y pasillos de la facultad y la gran mayoría
acabo en la puerta del aula magna. Todavía eran las 8:15 h, faltaba un cuarto de hora para que
empezase el examen. Elsa estaba muy nerviosa, más nerviosa de lo habitual.
-“ Oye, voy al baño un momento, vale?. Ahora vuelvo.”- Dijo Elsa.
-“ Ok, no te preocupes y tranquilízate Elsa.”- Le dijo Emakumezkoak laguna.
Elsa entró a los aseos de mujeres que más cerca había del aula magna. Se encerró en un cubículo
de los retretes y se quedó dubitativa. Sabía que podía ser peligroso, llevaba tomando mucho
esos días, y ya había tomado la dosis necesaria para ese día, incluso algo más. Pero tenía que
aprobar ese examen como fuera, saco la bolsita de Haricotiza que llevaba en el bolsillo derecho
y lo miro fijamente.
-“Venga una última raya y nos despedimos para siempre tu y yo.”- Dijo Elsa en voz alta.
Se preparó una raya de sustancia rosa encima de la tapa del retrete y la esnifó. A pesar de la
promesa que se acababa de hacer, cogió la Haricotiza sobrante y se la metió al bolsillo. Regreso
con toda la gente que estaba esperando en la puerta del aula a que los llamasen para entrar en
el examen. Empezaba a relajarse, y los nervios iban desapareciendo.
-“ Venga Elsa, que ya han venido los profesores y van a empezar a llamarnos.”- Dijo
Emakumezkoak laguna.
Una mujer con una batamanta blanca abrió la puerta del aula desde dentro. Llevaba una hoja
de papel y un bolígrafo, empezó a decir nombres por orden alfabético. Según iban entrando los
alumnos la profesora tachaba su nombre y los colocaba en su correspondiente lugar.
“Fernández Rubio, Elsa.”- Dijo la profesora.
Elsa entró y se sentó en el sitio que le indico el profesor con pinta de friki que había adentro
acomodando a los alumnos.

En esa clase hacía mucho calor.

La clase se llenó, y la puerta se cerró. La profesora y el profesor empezaron a repartir los
exámenes, Elsa miró a Emakumezkoak laguna, estaba sentada muy por detrás de ella, las dos
amigas se saludaron. Todos los exámenes fueron repartidos boca abajo. Hacía mucho calor.
-“Podéis dar la vuelta a las hojas, Tenéis 3 horas desde ahora. Si contestáis mal la pregunta resta
la quinta parte de un punto en la pregunta sexta y 5/8 en la pregunta 9. Si hacéis el examen
desnudos resta 4 puntos y no podéis hablar con nadie, solo se permite hablar en latín. Y cuidado
con las faltas de ortografía, que no restan puntos. Podéis sacar todos los corazones de vaca que
queráis para ayudaros con el ejercicio número 8. Buena suerte y que comience el examen.”- Dijo
la profesora desde el estrado, mientras el profesor friki ponía en la pizarra: Fin del examen 11:46
h.

Hacía mucho calor, Elsa dio la vuelta al examen y puso el nombre y el DNI. Hacía mucho calor en
el aula. Elsa miró alrededor y la gente estaba concentrada y escribiendo en sus respectivos
exámenes, pero no parecían tener calor. Hacía mucho calor.
Las letras del examen empezaron a moverse y a bailar. Era la danza de la muerte. Elsa tenía
mucho calor, estaba muy asustada, sabía perfectamente que eso no era normal. Sacó su
bolígrafo y empezó a tachar enérgicamente las letras que se movían, intentando que se parasen.
Hacía mucho calor y las letras seguían moviéndose. Elsa sudaba. El papel empezó a arder, Elsa
dio un grito, la clase entera se volvió a mirarla.

-“Que coño miráis, joder, este puto examen está ardiendo.”- Dijo Elsa.

La profesora la miro fijamente y se dirigió hacia Elsa, Elsa tenía los ojos como platos. Mientras la
profesora se dirigía hacia la mesa de la alumna que estaba montando el numerito, vio como Elsa
cogió un bolígrafo y empezó a clavárselo en los ojos, era una auténtica orgia de sangre. Elsa
estaba empapada con su propia sangre, las hojas del examen arrugadas en el suelo. Elsa empezó
a convulsionar y se cayó de la silla. Hacía mucho calor, todo estaba rojo y después la nada.
La gente empezó a chillar y a correr, todo el mundo estaba histérico. Desalojaron el aula magna
y suspendieron el examen. En el aula solo quedó el cuerpo sin vida de Elsa junto a su mesa y un
gran charco de sangre. Había sufrido una sobredosis de Haricotiza.


El mercedes AMG del Inspector Aniceto derrapó al entrar en el parking de la facultad de
medicina de Bilbao. Aniceto junto con sus agentes Pelé y Melé se bajaron del coche. Entraron
en la facultad y subieron en el ascensor hasta el segundo piso, donde se encontraba el despacho
de dirección de la facultad.
-“ Hola buenos días, como bien sabe y le dije por teléfono antes, soy el inspector Aniceto y estos
son mis agentes Melé y Pelé. Somos de narcóticos de Madrid.”- Dijo Aniceto entrando en el
despacho del director y sentándose en una cómoda silla enfrente de una gran mesa de madera.
Detrás de la mesa de madera estaba sentado un señor gordo con bigotes y a sus dos lados una
extraña pareja. A su derecha estaba un señor con pinta de friki y a su izquierda una mujer con
una batamanta blanca, con pinta de pocos amigos.
-“Hola, bienvenidos, dadas las circunstancias. Soy el director de esta facultad y estos dos son los
profesores a cargo de la asignatura donde esta mañana ha muerto una alumna. Estaban
celebrando el examen anual cuando ha ocurrido.”- Dijo El director.
-“ Tratándose de una facultad de medicina supongo que ya habréis empezado con la autopsia
del cuerpo?.- Ordenó más que preguntó Aniceto.
-“Era una alumna muy querida para nosotros, inspector, el cuerpo fue trasladado
inmediatamente a nuestro laboratorio forense. Yo vi como convulsionaba y como se volvía loca
la pobre mujer, está más que claro que se trata de una sobredosis. Ahora mismo estamos
haciendo pruebas para corroborar esa hipótesis y averiguar de qué se trata. Esta mañana ha sido
una mañana muy dura señor inspector.”- Dijo la mujer de la batamanta blanca mientras Aniceto
asentía.

Pelé y Melé estaba de pie detrás del Inspector anotándolo todo.

-“Ya se ha avisado a su familia y estarán a punto de llegar. Era de procedencia riojana. Se ha
decretado una semana de luto en la facultad.”- Dijo El director.
-“Hemos reunido a todos los alumnos de la asignatura en la cafeterías hace dos horas, mientras
ustedes venían de Madrid para interrogarlos. Nadie sabía nada, excepto cuando les hemos
enseñado esto.”- Dijo el profesor friki tirando una pequeña bolsita transparente a la mesa,
dentro había una sustancia rosa.
Aniceto cogió la manoseada bolsa y la miró expectante.
-“¿Saben qué diablos es esto?, hemos encontrado más de esta sustancia por Madrid y
alrededores, esto ya ha provocado más muertes.”- Dijo Aniceto.
-“Estaba en el bolsillo derecho del pantalón de Elsa, hemos tenido que limpiar la sangre de la
bolsa. Hemos cogido una muestra para analizarla en nuestro laboratorio.”- Dijo el profesor friki.
-“Nosotros poco sabemos de esta sustancia, se trata de una sustancia nueva en el mercado.
Habéis preguntado entre los alumnos?.”- Dijo Aniceto.
-“Si, algún alumno sí que había oído hablar de esto, se llama Haricotiza, ahora debe de estar muy
de moda, pero ninguno sabía que Elsa la consumía. Supongo que le ayudaba en estos tiempos
tan duros de exámenes finales. Una auténtica tragedia.”- Dijo el profesor friki.
-“Haricotiza…umm. Mis agentes Pelé y Melé volverán a interrogar a todos alumnos de la
facultad. Así que hacer el favor de llamarlos ahora mismo. En una hora los quiero a todos en la
cafetería sin ninguna excepción. Quiero saber quién se la vendió a Elsa y de donde la sacó, quiero
saber todo. Y también quiero saber que compuesto es. En cuanto sepan algo más de la autopsia
me llaman, aquí está mi tarjeta.”- Dijo Aniceto levantándose mientras le daba una tarjeta a cada
uno de los 3.
-“Estaremos encantados de ayudarle en todo lo que podamos, Inspector.”- Dijo el Director.
-“Eso espero, ahora voy a ir a ver el lugar de los hechos. Mis agentes Pelé y Melé bajaran a la
cafetería a esperar la llegada de los alumnos.”- Dijo Aniceto.

Aniceto salió del despacho de dirección seguido de Pelé y Melé. Pelé y Melé bajaron a la planta
baja y se dirigieron a la cafetería. Aniceto seguido del conserje fue al aula magna donde esa
mañana había ocurrido otra muerte a causa de la Haricotiza.

Eran las 3 de la tarde y no habían comido, pero ya sabían por lo menos el nombre de a lo que se
enfrentaban.