Esa mañana Natalia salió a regar el ricino que había plantado en el jardín hace varias semanas.
La verdad que la planta estaba muy grande, y casi el tiesto se le quedaba pequeño, era un regalo
de su primo y ella lo regaba siempre que estaba en casa de su abuela. Pronto empezaría a dar
sus frutos. Natalia miró el reloj y se apresuró a salir a la calle. Había quedado con Edu y Richi
para ir a ver al Cheetos y hacer sus negocios habituales. Eduardo y Richi a esas horas estarían
terminando de cargar el coche con el material rosa en la casa de la ermita.
Mientras tanto no muy lejos de ahí, Jennifer entró al bar de la Conchi, al bar de la plaza. A esas
horas prácticamente no había nadie, un par de personas echando café. A esas horas siempre iba
Itziar, una pena que hubiese desaparecido, pensó Jenny.
-“Morena, ponme un café con leche, gracias. No me eches azúcar que ya tengo yo esta mierda.”-
Le Dijo Jenny a la camarera mientras le enseñaba un bote blanco sustituto del azúcar.
-“Hola, Jenny. Ahora mismo.”- Dijo Morena mientras se dirigía a la máquina del café.
Se abrió la puerta del baño de chicas del bar, y salió María. María acababa de subir de la casa de
la ermita de ayudar a Richi y Edu de cargar la Haricotiza en el coche y había entrado al bar antes
de ir a casa, pero claro eso Jennifer no lo sabía.
-“ Hola María, que andas por aquí? Te tomas un café conmigo?.”- Preguntó Jenny.
-“Hola, hombre claro, Morena ponme un café con leche. Na, que iba para casa y he dicho, voy a
tomarme un café.”- Dijo María mientras se sentaba al lado de la barra, con Jenny.
-“Oye, mira tienes algo rosa encima de la boca, debajo de la nariz, límpiate anda.”- Le dijo Jenny
pasándole el servilletero de la barra a María.
-“ Esto…será maquillaje o no se…”- Dijo María mientras cogía una servilleta del servilletero de la
barra que le había acercado Jenny.
-“ Jepaaaa.”- Dijo Antonio Zaca al entrar al bar.
María se limpió y Morena le puso su café.
Jennifer y María estuvieron hablando un rato de cosas que no carecen de importancia para esta
historia, hasta casi la hora de comer.
-“ Bua, pues a ver si me corto el pelo tía, que tengo las puntas que parecen comas, jaja.”- Dijo
María haciendo un chiste sin ninguna puta gracia.
-“ Quieres que te lo corte yo?, anda. Pásate por mi casa y te hago un apaño tonta.”- Le dijo Jenny.
-“ Umm, de veras?, no te importa?. Vale, cuando te viene bien. Que no quiero molestar.”-
Exclamó María.
-“ Que no molestas tonta, mañana por la tarde, que es martes tengo libre. Después de comer a
eso de las 5 o así te viene bien?”- Preguntó Jenny.
-“ Si, por mi perfecto, pues si quieres mañana por la tarde me paso por tu casa.”- Dijo María.
-“ Ok, por mi perfecto. Si eso me Whasapeas antes, por si acaso.”- Dijo Jenny.
Y así las dos chicas se despidieron y se marcharon cada una a su casa. La tarde del día siguiente
iban a verse.
Mientras tanto, Edu, Richi, Alberto y Natalia veían como llegaban dos coches a la altura del canal
entre los términos de Alesanco y Torrecilla y paraban. Aparcaron al lado del coche de Alberto.
Uno era el coche del Cheetos y otro era de gente que trabajaba para él. Para el Cheetos también
estaba siendo un negocio muy lucrativo el de la Haricotiza. Se bajó El Cheetos dando un portazo
a su Ford Mustang y dos de sus hombres bajaron del otro coche. Llevaban un maletín de cuero
negro cada uno.
-“Hola, buenos días. Quienes son estos?.”- Dijo Richi.
-“ Hola panda, estos son hombres de confianza, trabajan para mí. Nada de qué preocuparse.
Este negocio se está volviendo cada vez más peligroso, la fórmula de la Haricotiza es ya más
codiciada que la fórmula de la Coca-Cola.”- Dijo El Cheetos.
-“ Venga, déjate de chorradas, los maletines.”- Dijo Natalia.
-“ Venga chicos.”- Dijo El Cheetos.
Alberto y Edu fueron al maletero del seat Ibiza y sacaron dos maletines idénticos, dentro estaba
la Haricotiza. Se cambiaron los maletines con los chicos del Cheetos.
Alberto y Edu apoyaron los maletines en el capó de Ibiza y los miraron.
-“ Que pasa ostias, me estáis empezando a tocar los cojones. No os fiais de mí?.”- Les dijo El
Cheetos.
-“ Todo correcto, esta todo aquí.”- Dijo Alberto.
-“ Aquí también está todo.”- Dijo Eduardo.
-“ Claro, que está todo joder. Creo que deberíamos a empezar a cambiar este negocio. Estoy
moviéndoos la mierda por toda España, de hecho ya estamos trabajando con Baleares y en nada
mandaremos para Canarias. Va siendo hora de que me digáis como se fabrica o me dejéis entrar
en el proceso de producción joder.”- Dijo El Cheetos cabreado.
-“ Ya te lo hemos dicho mil veces, esto funciona así. No necesitamos más gente dentro. Tú eres
nuestro enlace, único enlace con el consumidor. Las reglas están definidas, si te gustan bien y
sino…”- Dijo Natalia.
-“ Vale, vale, Nety, pero esto no es forma de tratarme. Ya veremos lo que pasa… Nada, pasar
buena semana y hasta el lunes. No os lo gastéis todo de golpe.”- Dijo El Cheetos mientras sus
hombres metían los dos maletines de Haricotiza dentro de su coche.
El Cheetos y su gente desaparecieron rápidamente en sus coches dirección Torrecilla. Alberto,
Eduardo, Richi y Natalia iban en el Ibiza dirección Alesanco. Pasaron el pueblo y fueron a la casa
de la ermita. Aparcaron detrás de la ermita para no levantar sospechas. Cogieron los dos
maletines del maletero y fueron a la casa.
La casa de la ermita por afuera tenía la misma presencia que había tenido siempre. La cerradura
era antigua, pero dentro tenían otra puerta blindada que impedía el paso a cualquiera. Había
que abrir con una llave magnética y meter un código secreto. Solo Alberto, Richi, Eduardo, Maria
y Natalia tenían el acceso permitido y tenían llaves. Entraron en el lujo salón mientras Richi se
acercaba al gran acuario que allí había y daba de comer a los peces de lujo que tenían. Natalia
abrió el maletín y sacó los fajos de billetes, mientras Alberto abría el otro maletín. Cogieron el
dinero y lo metieron en la caja fuerte que había en el salón, justo debajo del acuario. La caja
fuerte estaba disimulada con una puerta de madera de caoba, como todo el mueble que
sujetaba el acuario.
-“ Otros 200.000 € para la saca.”- Dijo Alberto mientras cerraba la puerta de la caja fuerte.
-“ Joder, esto es una mierda, porque no nos lo gastamos todo. Entiendo que este negocio tiene
sus gastos, pero es que solo estamos metiendo dinero en la caja, joder.”- Dijo Richi.
-“ Porque ese dinero sirve para comprar todo lo que hay en esta casa, y para el mantenimiento
del laboratorio, además de pagar a Mohamed y a Chin Lú para que nos provean de lo que
necesitamos.”- Dijo Natalia.
-“ El Tordo tiene razón, joder. Yo quiero comprarme cosas caras y guays. Dejemos cada semana
un porcentaje del dinero para gastos y lo demás repartámoslo. Esto es una mierda, lo único que
hemos hecho es convertir este antro, en la casa más lujosa del pueblo.”- Dijo Edu.
-“ Pero esto ya se ha hablado 20 veces, no podemos aparecer por el pueblo con cochazos o cosas
muy caras, nos pillarían al instante. Yo estoy deseando comprarme una moto y me aguanto.”-
Dijo Natalia.
-“ Tenéis razón todos, ya que lo que vamos a hacer, cada semana será repartirnos 1000 € a cada
uno y que cada uno los camufle como pueda, pero más no. Y ser discretos ostia.” Dijo Alberto.
Todos se miraron y les pareció bien. A partir de la semana que viene tendrían una paga muy bien
merecida los cinco.
-“ Y otra cosa, yo quiero saber la fórmula de la Haricotiza, aquí somos todos iguales, y solo la
sabe Natalia, no es justo.”- Dijo Edu cabreado.
-“ No, es peligroso, y si alguien fuera se entera, adiós negocio. La fórmula no se la pienso decir
a nadie.”- Dijo Natalia tajantemente.
Cerraron la casa con la alarma de última generación activada y se fueron todos a casa a comer.
En la caja fuerte del salón, debajo del acuario había mas de 2.000.000 € en metálico.
Se estaba haciendo la hora de cerrar el departamento de Narcóticos de Madrid. Aniceto estaba
volviendo a releer el informe forense de la muerte de Elsa. En él se especificaba claramente que
Elsa había muerto de sobredosis por la Haricotiza, había ingerido una alta dosis de esa sustancia.
Había muerto igual que esa otra chica de Madrid de la Superdiscoteca. En el informe decía que
en el cuerpo de Elsa había indicios de que Elsa había estado tomando Haricotiza de manera
regular por lo menos durante 2 semanas o más, justo el periodo de exámenes de la universidad
del País Vasco.
Pelé y Melé habían estado preguntando durante horas a los alumnos compañeros de carrera de
Elsa. Los habían interrogado en la cafetería de la facultad el día de la muerte. Les habían pedido
todo tipo de detalles, que vieron, donde estaban sentados, que sabían de Elsa y todos sus datos
personales. Habían descubierto el nombre de esa droga, pero ningún compañero sabía que Elsa
la consumía. Todos conocían el nombre de la droga que se estaba haciendo muy famosa a nivel
nacional, se estaba extendiendo como un virus, y eso era lo que más le preocupaba al Inspector
Aniceto.
Aniceto se quedó dubitativo un momento, estaba bastante claro que la droga se estaba
produciendo en el territorio Español, pues fuera de España todavía no se conocía su presencia.
Algo que verdaderamente le cabreaba mucho a Aniceto era que ni el laboratorio forense de
criminología de Bilbao ni en su propio departamento habían podido averiguar que compuestos
llevaba la Haricotiza, los informes toxicológicos y todos los ensayos y estudios decían que llevaba
compuestos parecidos a la harina, al cola cao y a la tiza, pero eso estaba claro que era imposible.
El Inspector Aniceto estaba claramente frente al caso más difícil de toda su carrera.
Entonces busco entre su mesa el informe de la muerte por sobredosis de Amparo y las comparó,
algo tenía que haber que tuviesen en común. Lo único que pudo encontrar era que ambas eran
riojanas, tal vez no fuese nada, pero había que investigar todas las posibilidades.
Aniceto cogió el teléfono inalámbrico de su mesa y marco la extensión.
-“Si?, diga jefe!!, estaba a punto de marcharme a casa ahora mismo.”- Dijo el agente Melé.
-“ Escucha, investiga la procedencia de las dos muertes por sobredosis de Haricotiza, ambas
chicas eran riojanas, pero quiero sus pueblos exactos.”- Ordeno Aniceto.
-“ Ok, ahora mismo jefe. Pero creo que debería irse a casa y descansar un rato. Este caso le va a
matar. Solo quedamos en el departamento Pelé, yo (Melé) y usted.”- Dijo Melé.
Aniceto después de colgar se quedó meditabundo en su sillón mientras esperaba la llamada de
Melé con la respuesta que le había pedido.
Natalia había salido esa tarde a echar vinos con Pepe, Abel y Clea. Eran las 10:00 de la noche y
Pepe y Clea se acababan de ir a Cá, para cenar. Algo raro en ellos últimamente.
-“ Bueno, ale, marcho pa casa. Ya estaremos otro día, que hoy es lunes.”- Dijo Abel
despidiéndose de Natalia.
Entonces entraron en el bar Edu y Richi, que venían a ver el futbol. Natalia llevaba más de 20
vinos, Natalia estaba borracha. Richi Y Edu pidieron en la barra y Sandra los sirvió. Estaban en el
Leonor. Richi cogió las cervezas de la barra y las llevó adentro, al reservado con los sofás, donde
Iban a ver el partido de futbol. Eduardo se quedó en la barra, Natalia iba borracha.
-“ Hola, te quedas a ver el partido con nosotros?.”- Preguntó Eduardo.
-“ No, me marcho ahora a casa, a cenar.”- Dijo Natalia.
-“ Anda quédate y te invito a un cubata.”- Dijo Eduardo.
Natalia estaba bastante borracha, pero le dijo a Edu que le pidiese un cubata de 43 con limón.
Sandra lo puso rápidamente.
Se sentaron los 3 en los sofás rojos y negros del reservado del Leonor para ver el partido de
Futbol. Jugaba el F.C. Barcelona contra los Isotopos de Alburquerque. En el descanso el partido
iba 0-0 en el marcador. Richi aprovechó el descanso para levantarse del sofá e ir al baño, a vaciar
la vejiga. Eduardo aprovecho que estaban los dos solos.
-“ Natalia, venga dime, la fórmula de la Haricotiza, anda.”- Dijo Edu entre susurros.
-“ Que no, no seas canso. Anda aparte de aquí.”- Dijo Natalia medio enfadada.
Eduardo siguió insistiendo durante todo el rato que Richi orinaba y se tiraba pedos en el baño
del Leonor. Al final Natalia cedió y le contó a Edu la fórmula de la Haricotiza con pelos y señales.
Cuando Richi salió del baño en la cara de Eduardo se dibujaba una sonrisa plena y malévola.
Paula estaba recogiendo en la nueva sección que habían hecho en el Decathlón, era la sección de
automoción. De repente se percató que en el suelo había un reluciente tornillo, junto al mástil
de acero de la estantería que habían montado esta tarde los operarios. La estantería estaba llena
de volantes de todos los tipos y colores, era una gran estantería que subía por encima de la
cabeza de Paula hasta el techo. Paula cogió el tornillo y miro hacia arriba a la vez que se
levantaba. Se oyó otro ruido, otro tornillo cayó a los pies de Paula.
-“ Joder, menudos incompetentes, seguro que han montado esto como el culo.”- Dijo Paula.
Entonces la estantería de acero se vino abajo y todos los pesados volantes cayeron encima de
Paula, su cabeza quedo aplastada. Paula murió al instante. Se llevó un viaje de muerte. Cuando
encontraron su cuerpo entre todos los volantes vieron que el cinturón del vaquero de Paula se
había soltado. Alguien de la policía hizo el chiste totalmente inoportuno.
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