Elsa estaba recogiendo los platos de la cena y limpiando la cocina. Estaba en su piso de Bilbao,
lo hacía de manera automática, solo tenía en mente el examen de mañana. El examen de
mañana era muy importante para su carrera de medicina. Estaba muy nerviosa. Había estudiado
duramente durante días, semanas y meses. Había renunciado a todo por aprobar ese examen y
había utilizado todo lo que tenía a su alcance para lograrlo. Había utilizado durante ese último
mes ese producto milagroso, ese producto de color rosa. Lo había conseguido mediante un
amigo de dudosa reputación en la facultad. Era una sustancia ilegal, eso lo sabía, pero al fin y al
cabo te mantenía más horas despierto para poder estudiar. Era muchísimo mejor que el café.
Haricotiza, menudo invento. En cuanto realizase el examen no volvería a probar ni un gramo
más, se lo había prometido muchas veces y lo iba a conseguir, iba a aprobar el examen de
mañana e iba a dejar esa mierda antes de que se volviese una adicta y tirase todo por la borda.
El examen empezaba a las 8:30 h en el aula magna de la facultad de medicina de Bilbao, iba a
ser un examen muy duro.
Elsa salió de su cocina y por el pasillo se encontró con una de sus compañeras de piso.
-“Mucha suerte Elsa para mañana, que seguro que lo vas a pulir.”- Le dijo su compañera.
-“ Gracias, a ver…nose yo...”- Dijo Elsa nerviosa.
-“Venga chica, que seguro que lo haces estupendamente, que has estudiado un montón. Cuando
vuelvas del examen lo celebramos por todo lo alto yéndonos de fiesta por aquí.”- Le dijo su
compañera sonriendo.
-“Vale, a ver qué tal, que estoy un poco nerviosa.”- Dijo Elsa.
-“Seguro que lo haces muy bien. Pues lo dicho, que mañana cuando vayas al examen yo estaré
durmiendo, así que como dicen en el teatro: mucha mierda.”- Dijo su compañera despidiéndose
y metiéndose en su habitación.
Elsa entró en su habitación y preparo las cosas para el examen, siempre preparaba las cosas la
noche antes, para evitar que la mañana del examen con los nervios se olvidase de algo.
El reloj marcaba las 12:00 y Elsa nerviosa se fue a dormir después de meter lo que le quedaba
de Haricotiza en la mochila, nunca venia mal un poco por si acaso.
El despertador sonó a las 7:30 h de la mañana en la habitación del piso de Elsa en Bilbao, pero
Elsa ya llevaba un rato despierta.
Después de la ducha fue a la cocina a prepararse un tazón de leche y esta vez en lugar de añadirle
azúcar a la leche, Elsa saco una pequeña bolsita con Arizotiza de su mochila y añadió un par de
cucharadas, sin contemplaciones. Lo que la ducha no le había espabilado lo iba a hacer esa
maravillosa sustancia.
Luego, lo de siempre. Cogió todas sus cosas, llamo al ascensor y bajo hasta la planta sótano en
el parking. Se subió al coche, aquel golf negro-gris oscuro. Puso música y se dirigió hasta la
facultad de medicina. Le gustaba conducir por Bilbao a esas horas de la mañana, no se veían
contenedores quemándose ni se oían los ruidos de los troncos al ser golpeados con las hachas,
solo había nervios de examen.
Tardó en aparcar, debido a los nervios, parecía una novata. Cuando por fin, aparcó, se bajó del
coche y después de coger las cosas se dirigió por el parking de la facultad hacia la entrada
principal. En la entrada principal estaba su amiga, llamémosle….Emakumezkoak laguna.
-“ Hola Elsa, buenos días, estas nerviosa?.”- Preguntó Emakumezkoak laguna.
-“ Bueno un poco, y tú, que tal lo llevas?.”- Preguntó Elsa.
-“ Venga tía, que vamos a pulir.”- Dijo Emakumezkoak laguna.
Las dos amigas se unieron a la marea de gente que circulaba por los pasillos de la universidad.
La gente se fue dispersando por las diferentes clases y pasillos de la facultad y la gran mayoría
acabo en la puerta del aula magna. Todavía eran las 8:15 h, faltaba un cuarto de hora para que
empezase el examen. Elsa estaba muy nerviosa, más nerviosa de lo habitual.
-“ Oye, voy al baño un momento, vale?. Ahora vuelvo.”- Dijo Elsa.
-“ Ok, no te preocupes y tranquilízate Elsa.”- Le dijo Emakumezkoak laguna.
Elsa entró a los aseos de mujeres que más cerca había del aula magna. Se encerró en un cubículo
de los retretes y se quedó dubitativa. Sabía que podía ser peligroso, llevaba tomando mucho
esos días, y ya había tomado la dosis necesaria para ese día, incluso algo más. Pero tenía que
aprobar ese examen como fuera, saco la bolsita de Haricotiza que llevaba en el bolsillo derecho
y lo miro fijamente.
-“Venga una última raya y nos despedimos para siempre tu y yo.”- Dijo Elsa en voz alta.
Se preparó una raya de sustancia rosa encima de la tapa del retrete y la esnifó. A pesar de la
promesa que se acababa de hacer, cogió la Haricotiza sobrante y se la metió al bolsillo. Regreso
con toda la gente que estaba esperando en la puerta del aula a que los llamasen para entrar en
el examen. Empezaba a relajarse, y los nervios iban desapareciendo.
-“ Venga Elsa, que ya han venido los profesores y van a empezar a llamarnos.”- Dijo
Emakumezkoak laguna.
Una mujer con una batamanta blanca abrió la puerta del aula desde dentro. Llevaba una hoja
de papel y un bolígrafo, empezó a decir nombres por orden alfabético. Según iban entrando los
alumnos la profesora tachaba su nombre y los colocaba en su correspondiente lugar.
“Fernández Rubio, Elsa.”- Dijo la profesora.
Elsa entró y se sentó en el sitio que le indico el profesor con pinta de friki que había adentro
acomodando a los alumnos.
En esa clase hacía mucho calor.
La clase se llenó, y la puerta se cerró. La profesora y el profesor empezaron a repartir los
exámenes, Elsa miró a Emakumezkoak laguna, estaba sentada muy por detrás de ella, las dos
amigas se saludaron. Todos los exámenes fueron repartidos boca abajo. Hacía mucho calor.
-“Podéis dar la vuelta a las hojas, Tenéis 3 horas desde ahora. Si contestáis mal la pregunta resta
la quinta parte de un punto en la pregunta sexta y 5/8 en la pregunta 9. Si hacéis el examen
desnudos resta 4 puntos y no podéis hablar con nadie, solo se permite hablar en latín. Y cuidado
con las faltas de ortografía, que no restan puntos. Podéis sacar todos los corazones de vaca que
queráis para ayudaros con el ejercicio número 8. Buena suerte y que comience el examen.”- Dijo
la profesora desde el estrado, mientras el profesor friki ponía en la pizarra: Fin del examen 11:46
h.
Hacía mucho calor, Elsa dio la vuelta al examen y puso el nombre y el DNI. Hacía mucho calor en
el aula. Elsa miró alrededor y la gente estaba concentrada y escribiendo en sus respectivos
exámenes, pero no parecían tener calor. Hacía mucho calor.
Las letras del examen empezaron a moverse y a bailar. Era la danza de la muerte. Elsa tenía
mucho calor, estaba muy asustada, sabía perfectamente que eso no era normal. Sacó su
bolígrafo y empezó a tachar enérgicamente las letras que se movían, intentando que se parasen.
Hacía mucho calor y las letras seguían moviéndose. Elsa sudaba. El papel empezó a arder, Elsa
dio un grito, la clase entera se volvió a mirarla.
-“Que coño miráis, joder, este puto examen está ardiendo.”- Dijo Elsa.
La profesora la miro fijamente y se dirigió hacia Elsa, Elsa tenía los ojos como platos. Mientras la
profesora se dirigía hacia la mesa de la alumna que estaba montando el numerito, vio como Elsa
cogió un bolígrafo y empezó a clavárselo en los ojos, era una auténtica orgia de sangre. Elsa
estaba empapada con su propia sangre, las hojas del examen arrugadas en el suelo. Elsa empezó
a convulsionar y se cayó de la silla. Hacía mucho calor, todo estaba rojo y después la nada.
La gente empezó a chillar y a correr, todo el mundo estaba histérico. Desalojaron el aula magna
y suspendieron el examen. En el aula solo quedó el cuerpo sin vida de Elsa junto a su mesa y un
gran charco de sangre. Había sufrido una sobredosis de Haricotiza.
El mercedes AMG del Inspector Aniceto derrapó al entrar en el parking de la facultad de
medicina de Bilbao. Aniceto junto con sus agentes Pelé y Melé se bajaron del coche. Entraron
en la facultad y subieron en el ascensor hasta el segundo piso, donde se encontraba el despacho
de dirección de la facultad.
-“ Hola buenos días, como bien sabe y le dije por teléfono antes, soy el inspector Aniceto y estos
son mis agentes Melé y Pelé. Somos de narcóticos de Madrid.”- Dijo Aniceto entrando en el
despacho del director y sentándose en una cómoda silla enfrente de una gran mesa de madera.
Detrás de la mesa de madera estaba sentado un señor gordo con bigotes y a sus dos lados una
extraña pareja. A su derecha estaba un señor con pinta de friki y a su izquierda una mujer con
una batamanta blanca, con pinta de pocos amigos.
-“Hola, bienvenidos, dadas las circunstancias. Soy el director de esta facultad y estos dos son los
profesores a cargo de la asignatura donde esta mañana ha muerto una alumna. Estaban
celebrando el examen anual cuando ha ocurrido.”- Dijo El director.
-“ Tratándose de una facultad de medicina supongo que ya habréis empezado con la autopsia
del cuerpo?.- Ordenó más que preguntó Aniceto.
-“Era una alumna muy querida para nosotros, inspector, el cuerpo fue trasladado
inmediatamente a nuestro laboratorio forense. Yo vi como convulsionaba y como se volvía loca
la pobre mujer, está más que claro que se trata de una sobredosis. Ahora mismo estamos
haciendo pruebas para corroborar esa hipótesis y averiguar de qué se trata. Esta mañana ha sido
una mañana muy dura señor inspector.”- Dijo la mujer de la batamanta blanca mientras Aniceto
asentía.
Pelé y Melé estaba de pie detrás del Inspector anotándolo todo.
-“Ya se ha avisado a su familia y estarán a punto de llegar. Era de procedencia riojana. Se ha
decretado una semana de luto en la facultad.”- Dijo El director.
-“Hemos reunido a todos los alumnos de la asignatura en la cafeterías hace dos horas, mientras
ustedes venían de Madrid para interrogarlos. Nadie sabía nada, excepto cuando les hemos
enseñado esto.”- Dijo el profesor friki tirando una pequeña bolsita transparente a la mesa,
dentro había una sustancia rosa.
Aniceto cogió la manoseada bolsa y la miró expectante.
-“¿Saben qué diablos es esto?, hemos encontrado más de esta sustancia por Madrid y
alrededores, esto ya ha provocado más muertes.”- Dijo Aniceto.
-“Estaba en el bolsillo derecho del pantalón de Elsa, hemos tenido que limpiar la sangre de la
bolsa. Hemos cogido una muestra para analizarla en nuestro laboratorio.”- Dijo el profesor friki.
-“Nosotros poco sabemos de esta sustancia, se trata de una sustancia nueva en el mercado.
Habéis preguntado entre los alumnos?.”- Dijo Aniceto.
-“Si, algún alumno sí que había oído hablar de esto, se llama Haricotiza, ahora debe de estar muy
de moda, pero ninguno sabía que Elsa la consumía. Supongo que le ayudaba en estos tiempos
tan duros de exámenes finales. Una auténtica tragedia.”- Dijo el profesor friki.
-“Haricotiza…umm. Mis agentes Pelé y Melé volverán a interrogar a todos alumnos de la
facultad. Así que hacer el favor de llamarlos ahora mismo. En una hora los quiero a todos en la
cafetería sin ninguna excepción. Quiero saber quién se la vendió a Elsa y de donde la sacó, quiero
saber todo. Y también quiero saber que compuesto es. En cuanto sepan algo más de la autopsia
me llaman, aquí está mi tarjeta.”- Dijo Aniceto levantándose mientras le daba una tarjeta a cada
uno de los 3.
-“Estaremos encantados de ayudarle en todo lo que podamos, Inspector.”- Dijo el Director.
-“Eso espero, ahora voy a ir a ver el lugar de los hechos. Mis agentes Pelé y Melé bajaran a la
cafetería a esperar la llegada de los alumnos.”- Dijo Aniceto.
Aniceto salió del despacho de dirección seguido de Pelé y Melé. Pelé y Melé bajaron a la planta
baja y se dirigieron a la cafetería. Aniceto seguido del conserje fue al aula magna donde esa
mañana había ocurrido otra muerte a causa de la Haricotiza.
Eran las 3 de la tarde y no habían comido, pero ya sabían por lo menos el nombre de a lo que se
enfrentaban.
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