Fascinante aventura desarrollada en la población de Alesanco (La Rioja). 3º Parte de la trilogía "Alesancadas".
lunes, 9 de junio de 2014
CAPÍTULO 30
El tiroteo dentro del complejo cárnico-industrial de Hermanos Cerdo continuaba, llovían balazos
desde todos los ángulos. Los diferentes pelotones de los policías habían entrado en los edificios
del complejo, arrestando a empleados, reduciéndolos por la fuerza o matándolos si se resistían.
Varios coches de la guardia civil ardían envueltos en llamas en el patio principal del complejo.
Las sirenas de alarma seguían sonando a todo trapo, y los empleados sabían cómo disparar el
amplio armamento del que disponían.
Mientras tanto en la parte trasera del complejo, en uno de los pabellones estaban cara a cara,
el Inspector Aniceto y Carlos Estévez. Carlos Estévez estaba apuntando con su glock a Aniceto.
-“ Encontrasteis a María verdad?, por eso estáis aquí.”- Preguntó Carlos Estévez.
-“Consiguió llegar al Cuartel antes de morir.”- Dijo el Inspector Aniceto.
-“Como te he dicho antes, no deberíais haber venido, vais a morir todos. Se ha iniciado el
protocolo de retirada.”- Dijo Carlos Estévez.
-“ ¿ Dónde está la Nety?, entréganos a tu jefa y conseguiré que tu pena de cárcel se reduzca,
Carlos.”- Dijo El Inspector Aniceto.
-“ No lo entiendes verdad, esto se os queda grande. Todo esto es de los Zetas. Yo sólo soy su
enviado aquí. Vinimos para hacernos con el mercado de Cocaína de Europa, pero nos
encontramos con algo mejor, mucho mejor.”- Dijo Carlos Estévez.
-“ Los Zetas, el cartel Venezolano?. Aun así, tienes que entregarte, todo esto ya se ha ido al
traste, nosotros te daremos protección si testificas contra ellos. Y donde está la Nety?.”- Dijo el
Inspector Aniceto.
-“ No, vosotros no podéis protegerme, de ellos, no. La Nety, no es más que una pobre chica que
dio con una gran genialidad. La Nety no es más que Natalia Zaldívar. Supongo que ya estará
muerta.”- Dijo Carlos Estévez.
-“ Habéis matado a mucha gente, habéis destrozado un pueblo entero. Habéis volado por los
aires un bar. Baja el arma ahora mismo y entrégate, es lo mejor que puedes hacer.”- Dijo el
Inspector Aniceto.
-“ No, tal vez, mi querida Xenia Panchitez tenga métodos un poco drásticos, pero eran daños
colaterales. Y nosotros no tenemos nada que ver con la explosión del bar.”- Dijo Carlos Estévez.
El Inspector Aniceto lo miró fijamente y se dio cuenta de que estaba diciendo la verdad.
-“ Y ahora déjate de chorradas y de palique, prepárate para morir, maldito pendejo.”- Dijo Carlos
Estévez con rabia.
Carlos Estévez levantó un poco más la pistola y apuntó firmemente a la frente del Inspector
Aniceto, dispuesto a disparar.
El agente Melé jadeaba apoyado en la puerta del pabellón de granja, afuera el tiroteo seguía.
Cambió el cargador de su arma y entonces la vió. De entre las cuadras, se levantó una mujer del
suelo, como si hubiese aparecido de la nada. Los cerdos se apartaron mientras se oía un pequeño
zumbido mecánico como de una exclusa o una puerta cerrarse lentamente. La mujer iba vestida
con un mono de la empresa, llevaba una cartuchera encima con dos grandes pistolas a ambos
lados. Llevaba el pelo recogido en una coleta, y tu piel era de color café. El agente Melé la
recordaba de haberla visto por el pueblo. La mujer avanzo entre los animales hasta la valla de la
cuadra y la saltó con un ágil movimiento. Una vez en el pasillo central camino mirando fijamente
al agente Melé y se acercó hasta él. El agente Melé le apuntó con el arma.
-“¿Quién eres?, ¿de dónde sales?”- Dijo el agente Melé.
Xenia Panchitez se acercó a apenas un metro al agente Melé y se le quedó mirando.
-“Vaya, vaya…te has perdido guapo.”- Dijo Xenia Panchitez.
-“Espera, ya sé quién eres. Te vi en la entrevista que te hizo el Collarón, eres Xenia Panchitez, la
perrita faldera del jefe de esto.”- Dijo el agente Melé sin dejar de apuntarla.
-“ Vaya así que además de guapo eres listo, si me dejas pasar un momento, tengo cosas que
atender afuera. Como ves, estoy un poco liada.”- Dijo Xenia sonriendo.
-“ Quítate ahora mismo la cartuchera, estas detenida.”- Dijo Melé.
Entonces Xenia en con gran giro de muñecas sacó las dos pistolas de su cartuchera con ambas
manos. Al agente Melé no le dio tiempo ni a pestañear, cuando se dió cuenta, Xenia Panchitez
le estaba apuntando con ambas manos.
-“Otro poli metomentodo. No sé qué hacéis aquí, pero habéis cometido un gran error, no
deberíais haber venido a husmear aquí.”- Dijo Xenia Panchitez.
-“ Otro poli?, ¿Dónde está el agente Pelé?, contesta rápido o te disparo ahora mismo.”- Dijo el
agente Melé.
Entonces Xenia apretó el gatillo, el disparo dejó sordo al agente Melé, pero no estaba herido. La
bala había dado directamente en su arma que había caído al suelo en el pasillo central donde
estaban, a escasos metros.
-“Policía estúpido. El agente Pelé ese, vino aquí a husmear lo que no debía, y acabo pagándolo
caro. Tu aún me vas a durar menos.”- Dijo Xenia Panchitez.
-“ Mataste a Pelé, vas a pagar por ello.”- Dijo el agente Melé furioso.
-“ Cállate estúpido, no ves que estas a punto de morir. Y una vez que te haya liquidado vas a ir a
la picadora de carne donde fue tu amiguito. Te vas a convertir en comida para cerdos. Creo que
para ti eso es un buen final. Maldita rata picoleta.”- Dijo Xenia.
Entonces Xenia Panchitez disparó dos veces en el chaleco que le agente Melé llevaba puesto, el
impacto de las balas hizo que el agente Melé cállese al suelo dolorido.
-“ Maldita hija de puta…”- Dijo el agente Melé desde el suelo.
-“ Bah, demasiado fácil. Vamos a poner esto un poco interesante.”- Dijo Xenia Panchitez
mientras miraba al agente Melé.
Entonces Xenia Panchitez tiró sus armas al suelo y se desabrochó la cartuchera.
-“ Vamos, maldito pinche guevon, levántate y pelea como un hombre.”- Le dijo Xenia a Melé.
Entonces el agente Melé se levantó del suelo y se acercó a Xenia, empezaron a darse de ostias,
ostias como panes. La pelea iba muy rápido, patadas en los huevos, ostias en la cara, puñetazos,
mordiscos. El agente Melé y Xenia Panchitez rodaban por el suelo, Xenia Panchitez era muy
buena, disfrutaba con ello, le encantaba el olor de la sangre, sobre todo al amanecer. Poco a
poco a base de ostias se fueron acercando más al tablón de control que había en medio del
pasillo central. La cara del agente Melé se estaba empezando a amoratar y Xenia Panchitez tenía
el labio roto. Entonces de una fuerte patada arrastro al agente Melé un par de metros, Xenia
aprovechó para sacar un gran cuchillo de la pernera de su buzo. El agente Melé estaba tirado en
el suelo, cerca de una de las pistolas de Xenia que había rodado por el suelo durante la pelea.
Xenia Panchitez estaba de pie mirando al agente Melé que se retorcía en el suelo debido a los
dolores de la cruenta batalla. Xenia Panchitez tenía la gran navaja en su mano derecha, y jadeaba
debido al esfuerzo.
-“ Bueno, parece que te he subestimado, eres un buen luchador, pero eso no te salvará de la
muerte.”- Dijo Xenia Panchitez.
-“ Jódete.”- Dijo el agente Melé y escupió a Xenia en las botas, solo hasta donde llegó.
Entonces Xenia Panchitez, rápida como una pantera se abalanzó sobre el agente Melé y después
de forcejear un rato, consiguió clavarle la navaja en el cuello. El agente Melé puso cara de dolor
y Xenia Panchitez se puso lentamente de pie. El color rojo de la sangre empezó a crear un charco
alrededor de la navaja en el cuello del agente Melé.
El agente Melé aún estaba vivo y tirado en el suelo cuando los cerdos empezaron a alborotarse.
Xenia Panchitez que estaba de pie junto a él, se giró y vio un pompón color rosa entre los cerdos.
El pompón color rosa se elevó y apareció Natalia en medio de la cuadra. Xenia la miró fijamente
sin poder creérselo, Natalia había escapado del laboratorio. Natalia sin comprender nada, con
lágrimas en los ojos, miró a Xenia y al agente que había en el suelo del gran pasillo del pabellón.
El agente estaba desangrándose.
-“Maldita zorra, como coño has salido, vuelve adentro ahora mismo.”- Chilló Xenia Panchitez a
Natalia.
Xenia Panchitez se dio la vuelta, dando la espalda al agente Melé, que aún vivía. La cara de Xenia
frunció el ceño, y se puso seria y amenazante mientras empezaba a avanzar hacia la cuadra,
donde estaba Natalia.
Natalia no decía nada, ni se movía.
-“ Vas a pagar muy caro esta osadía jovencita, vuelve al laboratorio ahora mismo.”- Gritó Xenia
Panchitez.
-“ NO, nunca!!!.”- Dijo Natalia.
Entonces se oyeron 3 explosiones, y Xenia Panchitez dejo de avanzar hacia Natalia. Se quedó
quieta inmóvil, mientras Natalia la miraba desde dentro de la cuadra. Xenia Panchitez sonrió y
de su boca manó un reguero de sangre, roja, sangre fresca. Xenia se tambaleó y cayó al suelo,
de rodillas para finalmente caer a plomo. Detrás de Xenia Panchitez estaba el agente Melé
incorporado a duras penas con la pistola humeante, acababa de disparar a Xenia Panchitez.
Entonces el agente Melé soltó la pistola y se tumbó en el suelo.
Natalia se abrió paso entre los cerdos, y saltó la valla del corral. Paso rápidamente por encima
del cuerpo sin vida de Xenia Panchitez y se arrodillo al lado del cuerpo del agente Melé. Había
un gran charco de sangre que le empapaba el chaleco antibalas, la camisa y el cuello.
-“ La Nety…por fin te encuentro.”- Dijo el agente Melé.
-“ Si, soy Natalia Zaldívar. Gracias por matar a esa mala mujer. Era muy mala, como para darle
con una pala.”- Dijo Natalia.
-“ Coge la pistola, tienes que salir de aquí.”- Dijo Melé.
-“ No te muevas, saldré afuera a pedir ayuda, te curarán.”- Dijo Natalia asustada.
-“ No, no hay tiempo, coge la pistola, solo tienes que apuntar y disparar. Sal corriendo de aquí,
huye de esta trampa mortal.”- Dijo el agente Melé.
Entonces Natalia asintió y cogió el arma que había junto al agente Melé, pesaba mucho.
-“Volveré con ayuda.”- Dijo Natalia.
-“ Huye….La Nety…menudo lio que has montado….”- Dijo el agente Melé.
Entonces la falta de sangre en el cuerpo del agente Melé provocó su muerte, Natalia se quedó
mirando como el agente Melé moría. Después de un instante, Natalia volvió en sí y se levantó,
tenía la pistola en la mano.
Natalia hecho a correr por el largo pasillo del pabellón de cuadras y llego a la puerta principal.
Afuera se oían gritos, disparos y explosiones, había un tiroteo de la ostia. Cogiendo aire y
agarrando fuertemente la pistola, Natalia salió al exterior. La puerta del pabellón se volvió a
cerrar después de que Natalia hubiese salido. Natalia salió al exterior dejando dentro el cuerpo
sin vida del agente Melé, el cuerpo de Xenia Panchitez a pocos metros de él y la gran piara de
cerdos que dentro de las cuadras comían tranquilamente ajenos a todo lo demás.
Debajo de ellos, en el laboratorio subterráneo, el cuerpo de Richi seguía en el suelo, enfriándose
lentamente.
A Natalia la pistola que llevaba le pesaba una barbaridad.
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