Viernes por la tarde, el pueblo de Alesanco se estaba empezando a inquietar con las
desapariciones de Marta, Jorge, Ángel e Itziar. La policía todavía tardaría dos días más en
encontrar la furgoneta del padre de Jorge en el canal.
Esa tarde habían quedado todos en el taller de David, tenían que hacer más Arizotiza para la
remesa del lunes. Con todos los contratiempos que habían tenido no habían tenido oportunidad
de fabricarla.
David había estado toda la semana estudiando mucho en León, era semana de exámenes y no
había tenido tiempo para la vida social, había estado totalmente incomunicado en toda la
semana. David no sabía nada de lo que había pasado a sus primos Marta y Jorge.
David y Natalia llegaron los primeros a la puerta del taller.
-“ Joder no he sabido nada de vosotros en toda la semana, va todo bien?”- Preguntó David a
Natalia mientras metía la llave en la cerradura y la giraba.
-“Bueno, hay novedades. Alberto esta también metido en el ajo.”- Dijo Natalia.
A David no le dio tiempo a responder, cuando llegaron María, Alberto y Richi.
-“Vaya, así que tú también sabes la movida de esto, no ¿?.”- Le preguntó David a Alberto.
-“Venga dejaros de mierda y vamos dentro, que esto pesa.”- Dijo María señalando las dos bolsas
que llevaba en ambas manos.
María había estado comprando tizas de color rosa en los chinos donde solía comprarla. El dueño
de la tienda de Nájera que se llamaba Chin Lú le había empezado a hacer preguntas. Preguntas
y más preguntas. Al final María le había contado para que era y le prometió una pequeña parte
del pastel si se mantenía con la boca cerrada y le proveía de tizas. Así que ya tenían una fuente
inagotable de tizas para la fabricación de la Haricotiza, Chin Lú era totalmente de fiar.
-“Joder, no sé si esto es malo o bueno, otro más en el ajo.”- Dijo Richi.
-“Bueno lo importante es montar bien esto, así nadie sospechara nada.”- Apuntó Natalia.
Edu abrió la puerta del taller.
-“Hola, Alberto, Richi, ayudarme a entrar los sacos de harina, rápido.”- Dijo Eduardo.
Eduardo había cogido un par de sacos de la mejor harina que se hacía en su fábrica. Los había
subido al coche cuando creía que nadie le veía. Un compañero de la harinera donde trabajaban
le había visto intentado subir el saco a su coche y como Edu no podía solo, Mohamed le había
ayudado.
Mohamed era un molinero que trabajaba en el turno de Eduardo en la Harinera. Era un tipo de
mundo y sabía perfectamente que sacar de manera ilegal producto de la fábrica era motivo de
despido inminente. Edu estuvo hablando con él durante un rato y al final acordaron una especie
de colaboración empresarial, Mohamed también estaba en el ajo.
-“Joder, a ver si lo entiendo, tenemos dos distribuidores “oficiales” y de fiar para la fabricación
de nuestro producto…Creo que esto puede funcionar.”- Dijo Alberto.
-“Somos muchos, creo yo. Vamos a ganar una puta mierda.”- Dijo David.
-“A parte del Cheetos y su red de distribución.”- Dijo Richi.
-“Con el Cheetos hablaré yo cuando le llevemos el próximo cargamento.”- Exclamó Natalia.
-“Bueno empezamos o qué ¿?.”- Preguntó María.
Con las indicaciones de Natalia, que todos siguieron al pie de la letra empezaron a producir la
Haricotiza. Cuando todos estaban en plena faena, Edu se dio cuenta de algo:
-“Joder, tenemos el mezclador en el chamizo, del otro día.”- Dijo Edu.
-“¿Qué otro día?- Preguntó David atónito.
-“ Pues ir a por él, o qué?”.- Dijo Natalia.
Entonces David y Richi salieron por la puerta del taller del padre de David con dirección al
chamizo. Fueron en el coche azul “huevo” de David, pues Richi no tenía el coche en Alesanco.
-“Joder tío, esto está empezando a echar a andar, puede ser un gran negocio.”- Dijo David
mientras giraba dirección a la bodega.
-“Tú no te preocupes por nada, que el Cheetos nos la va a colocar enseguida, es un tío de puta
madre. Tiene muchos contactos, hazme caso.”- Exclamó Richi.
Llegaron al chamizo, Richi abrió la puerta de madera de la entrada. Entraron al cuarto de la
chimenea los dos, estaba todo muy limpio. Richi fue donde estaba el mezclador y lo cogió
mientras David miraba todo asombrado.
-“No había visto la bodega tan limpia en mi vida. Habéis subió a limpiar o qué?.”- Preguntó David.
-“Esto….Eh…Habrá subido Inés a limpiarlo algún día que se aburría, yo que sé.”- Dijo Richi
titubeando. Richi salió del chamizo y cargó el mezclador en el coche de David.
-“Ya claro…”- Dudaba David.
Mientras Richi cargaba el mezclador en el coche, David vio algo detrás de una pata de la mesa
en el suelo, al fondo. David se acercó y lo cogió, se quedó estupefacto. Rápidamente se lo metió
al bolsillo mientras salía del chamizo. Mientras Richi cerraba la puerta de la bodega David estaba
dándole vueltas a algo. Había algo ahí que no encajaba.
De camino al taller de David no se dijeron nada, Richi y David ni siquiera se miraron.
Llegaron al taller y entraron David y Richi. Richi dejó el mezclador en la mesa que cogieron Edu
y Maria. Alberto estaba utilizando el soplete para recalentar cola cao para la mezcla de la
Haricotiza. El cola cao lo podían comprar sin ningún problema en cualquier supermercado sin
levantar sospechas. La cantidad por kilo en la Haricotiza que se utilizaba de Cola cao era
minúscula, con las cajas grandes de 5 kilos tenían para bastantes kilos de Haricotiza.
David se puso en medio del taller y se sacó algo del bolsillo. María, Alberto, Edu, Richi y Natalia
se le quedaron mirando. David abrió la mano y todos pudieron ver lo que era. Siencio sepulcral.
Solo se oía el ruido del soplete de acetileno que tenía encendido Alberto en sus manos.
-“Haber que cojones, pasa aquí. Ya estáis contándome lo que pasa panda de cabrones. Que
habéis estado tramando en mi ausencia?.”- Dijo David mostrando el reloj Casio de su primo Jorge
que había cogido de detrás de la pata de la mesa del chamizo.
El reloj estaba en hora, las 17:37 de la tarde. Habían quemado el cadáver de Jorge, pero en la
cruenta batalla se había roto la correa y había ido a parar a una esquina de la habitación de la
chimenea del chamizo.
-“Joder que bien hemos limpiado. Así se limpia la escena del crimen, sí señor.”- Dijo Edu.
-“Esto David, yo…”- Dijo Alberto.
-“A ver que es que tus primos…, estaban donde no debían.”- Acertó a decir María.
-“Joder, es no puedes dejar las cosas quietitas’.”- Dijo Natalia.
-“David no es lo que parece, no teníamos intención de que ocurriese eso. No teníamos intención
de romperle la correa, joder está destrozada.”- Dijo Richi acercándose a David y cogiendo el
reloj.
Las 17:40. David los miraba a todos atónito. Entonces de repente lo comprendió todo. Se habían
cargado a sus primos, habían matado a Marta y a Jorge.
-“ Joder, pero no os dais cuenta? Esto hace tiempo que se nos ha ido de las manos. Donde coño
están los cuerpos de mis primos?.”- Preguntó David con lágrimas en los ojos.
-“No podemos rendirnos ahora, ya tenemos todo listo. Solo son daños colaterales”.- Dijo Edu.
-“ Es duro todo esto, pero ahora tenemos que hacer que la muerte de nuestros amigos haya
valido la pena. No podemos entregarnos David.”- Dijo Natalia con pena.
-“A la mierda, ahora mismo pienso ir a la policía, eso está fuera de lugar, estáis todos locos.
Hablaremos, diremos que ha sido en defensa propia, un accidente yo que sé. Y no nos pasará
nada. Tenemos que responsabilizarnos de nuestros actos.”- Dijo David al mismo tiempo que se
giraba para salir por la puerta.
Richi estaba detrás de David y cuando se dio la vuelta se quedaron de frente.
-“No lo hagas.”- Le susurró Richi.
David le miró y avanzó un paso.
Las 17:49 marcaba el reloj Casio de Jorge que David sostenía en su mano derecha. Era la hora de
su muerte.
Entonces Richi que se vio rodeado de las miradas de María, Natalia, Edu y Alberto, y se vio
obligado a detenerlo. Cuando David avanzaba hacia él y la puerta, Richi se sacó de la manga una
patada voladora que ni el mismísimo Steven Seagal en sus mejores tiempos. La zapatilla derecha
de Richi golpeó de manera brutal el estómago de David que se vio sorprendido. La brutal fuerza
de Richi hizo que David fuese impulsado hacia atrás. Muy hacia atrás.
Los demás miraban atónitos. Alberto seguía teniendo el soplete en la mano.
David retrocedió, llegando hasta donde estaba Alberto que sin querer le apunto con el soplete
en el pie derecho. David cayó al suelo entre gritos y quejas. Tenía el pie achicharrado.
Con David en el suelo, lo único que tuvo que hacer Alberto es agacharse un poco y seguir
aplicándole el soplete como si David se tratase de una hamburguesa. David chillaba de dolor,
Richi jadeaba debido al esfuerzo de su patada y Alberto cocinaba.
Alberto estuvo aplicándole el soplete un par de minutos hasta que David dejó de moverse y de
chillar. Olía a quemado.
-“Joder menuda barbacoa que has preparado, hermano.”- Dijo María.
-“Otro más…otra vez lo mismo…”- Dijo Natalia.
-“Y con esto que hacemos, otra vez a los cerdos no, creo que ahora nos pueden ver sacarlo a la
calle.”- Dijo Edu mientras pensaba.
-“Rápido Edu ve a tu casa a por un par de palas, y unos guantes de horno, lo enterraremos en el
terreno que hay detrás del taller”. Dijo Richi.
Todos conmocionados cogieron el cuerpo de David gracias a los guantes de horno que había
traído Edu de su casa y lo pusieron en una fosa que Aberto y Richi cavaron en el terreno de
detrás del taller. Otro habitante más en Alesanco había desaparecido misteriosamente.
El coche azul lo metieron en el taller y dejaron las llaves puestas. Dejaron el taller cerrado y
tiraron las llaves al rastrojo de al lado, para que tardasen más en poder entrar en él.
Terminaron de hacer la remesa de Arizotiza, 5 kilogramos.
Llevaron todos los materiales y la Haricotiza con ayuda del coche de Alberto al chamizo, ya no
podían usar más el taller del herrero como laboratorio.
Se sentaron todos en el sofá del chamizo antes de irse a casa a cenar.
-“Joder esto es una movida, está muriendo gente.”- Dijo Alberto.
-“No podemos dejar que nos afecte, estamos de mierda hasta el culo. Ya no habrá más daños
colaterales, ya nadie más puede meter las narices en esto.”- Dijo Natalia.
-“No podemos dejar y seguir fabricando la Haricotiza aquí, mi abuelo nos pillará”. Dijo María
-“Tenemos que cambiar de lugar, además no tardará la policía en empezar a investigar todas
estas desapariciones.” Exclamo Edu.
-“Hay que andar con mil ojos, pero vosotros pensar en cuanto dinero vamos a ganar…jajaja.
Tranquilos, algo se nos ocurrirá, algo se nos ocurrirá…”- Dijo Richi.
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