Jennifer estaba viendo la televisión en su casa mientras comía. Acababa de subir de trabajar de
la peluquería. No había nada en la televisión de su gusto, cambió de canal. Entonces estaban
echando en antena 3 un reportaje de investigación sobre una nueva droga llamada Haricotiza.
Jenny se quedó embobada mirando la televisión, en ese reportaje hablaban sobre todo lo que
se conocía de la nueva droga, era una sustancia de color rosa, parecido al azúcar pero de color
rosa.
-“ Haricotiza…”- Jenny se quedó pensando.
María whatsapeo a Jenny y quedaron a las 5:15 en casa de Jenny. María quería cortarse el pelo
y arreglarse las puntas. Estaba muy ilusionada con su cambio de luck (Skywalker). Salió de casa
dirección a casa de Jenny y en el banco de enfrente del Laysa estaba Antonio Zaca.
-“ Jepaaaa.”- Dijo Antonio Zaca.
María paso de largo. Llegó a casa de Jenny, a Villa Romela. Llamó al timbre. Abrió la puerta la
madre de Jenny que justo se iba a la plaza a asuntos que tenía que hacer. Pili le dijo que subiese
arriba que Jenny estaba esperándola. María subo por las escaleras y subió a la primera planta.
-“ Hola María, que puntual siéntate anda.”- Dijo Jenny.
-“ Ok, muchas gracias Jenny.”- Dijo María.
Jenny cogió sus utensilios de peluquería y se dispuso a cortarle el pelo. Mientras Jenny hacia su
trabajo las dos chicas hablaban.
-“ Oye has visto la nueva droga esa que han descubierto?. He visto un reportaje antes en la
televisión. Se llama Haricotiza.”- Preguntó Jenny mientras sus manos seguían trabajando.
-“ Pues no, no sé qué es eso. Has visto los nuevos que han venido al pueblo?. Creo que son
panchitos, creo que son como una familia. Han debido de comprar la granja abandonada que
hay en las afueras del pueblo, la que está yendo hacia Cañas.”- Dijo María intentando desviar el
tema.
-“ Ah sí. Algo así me dijo mi madre ayer. Creo que van a poner algún tipo de negocio o volver a
abrir la granja o algo así. Todo lo que sea traer gente trabajadora al pueblo está bien.”- Dijo
Jenny.
-“ Una cosa, aquí huele demasiado a laca, puedes abrir un poco la ventana esa de ahí detrás?.”-
Preguntó María.
-“ Ok, sin ningún problema. Como quieras. La verdad que es un olor fuerte, pero yo ya estoy
acostumbrada.”- Exclamó Jenny.
Jennifer se dio la vuelta y se dirigió al gran ventanal que había al fondo de la habitación. Subió
completamente la persiana y abrió las dos hojas de la ventana. La venta tenia vistas al patio
trasero de Villa Romela. Después dejó la ventana abierta de par en par y siguió cortando el pelo
a María. Un rato después a María le entraron ganas de mear.
-“ Oye , podemos para un rato. Me dices donde está el baño?, por favor.”- Dijo María.
-“ Si, mira al fondo del pasillo a la derecha. Aquí te espero, que no hay prisa.”- Dijo Jennifer.
María se levantó del asiento y dejo el babero de peluquero que le había puesto en la silla. Lo
dejó justo encima de su chaqueta. Después María salió de la habitación y se dirigió hacia el baño.
En cuanto Jennifer oyó el ruido de la puerta del baño al cerrarse retiro la capa y cogió la chaqueta
de María. La levanto con la mano derecha y con la mano izquierda empezó a buscar en los
bolsillos nerviosamente. Jennifer estaba muy nerviosa, pero estaba buscando lo más rápido que
podía en los bolsillos de la chaqueta de María.
-“ Joder tiene que tener algo de eso por aquí.”- Dijo Jennifer mientras seguía buscando.
En el bolsillo de la derecha no había nada, en el bolsillo de la izquierda un paquete de pañuelos.
Jennifer desilusionada dejo la chaqueta de María en el colgador que había en la esquina de la
habitación. La cisterna del baño al evacuar el agua sonó. El cerrojo de la puerta del baño se retiró
con un fuerte chasquido. Entonces Jennifer se dio cuenta de que no había mirado en el bolsillo
de dentro de la chaqueta, metió la mano rápidamente. Saco una pequeña bolsa y se quedó
mirándola expectante. Esa la famosa sustancia rosa que había visto en la televisión.
-“ ¿Qué haces?, estas rebuscando en mi cazadora?.”- Dijo María en medio de la puerta de la
habitación.
Jennifer se quedó petrificada y despacio se dio la vuelta, tenía la bolsa de Haricotiza en la mano
derecha, se la enseño a María.
-“¿ Que no sabías nada?, joder llevas Haricotiza encima. Sabía que lo que tenías el otro día en la
cara era algo raro. Joder eres una puta yonki o camella o yo que sé.”- Chilló Jennifer.
-“ Esto, yo te lo puedo explicar…Hubiese sido mejor que no hubieses metido las narices donde
no te llamaban.”- Dijo María mientras se acercaba poco a poco a Jennifer.
-“ No te acerques, eh dicho. Voy a llamar ahora mismo a la policía.”- Dijo Jenny mientras
retrocedía a la vez que María se acercaba a ella.
-“ Deja de decir chorradas y dame eso de una vez.”- Gruñó María.
Las dos chicas se acercaban a la venta abierta de par en par, Jennifer estaba de espaldas a ella y
María enfrente. Entonces María se abalanzó sobre Jenny para quitarle la papelina y Jennifer para
esquivarla se echó hacia atrás, pero la habitación ya se había acabado.
María sin mover un musculo vio como Jennifer se caía por la ventana. María se acercó a la
ventana y miro hacia abajo. En el suelo del jardín estaba el cuerpo de Jennifer en una postura
macabra y rodeado de un gran charco de sangre.
María bajo corriendo las escaleras y salió al patio. Retiro con cuidado la bolsa de Haricotiza de
las manos de Jennifer y entro dentro de la casa. Estuvo 10 minutos pensado en silencio y
entonces marco el número de la policía.
Después de media hora de reloj desde que María llamase al cuartel de la guardia civil de
Alesanco, la policía llegó. María estaba sola en casa de Jennifer. Los policías llamaron al forense
para que se personase en el lugar de los hechos y levantase el cadáver. Después llamaron a los
familiares de Jennifer que llegaron a casa muy rápidamente. María estaba sentada en el salón
mientras que se llevaban el cuerpo. La felicidad en esos momentos brillaba por su ausencia.
Todo eran lágrimas y silencios sepulcrales.
María fue interrogada y prestada declaración allí mismo. No tuvo ni que mentir, solo tuvo que
omitir todo lo relacionado con la Haricotiza. María les conto a la policía que había ido a casa de
Jenny a que esta le cortase el pelo. Que habían estado arriba y que habían abierto la ventana
porque les pareció oportuno. Después ella había ido al baño y al volver ella y Jennifer habían
estado hablando en la habitación y Jenny dio un mal traspiés con la mala suerte de que se había
caído por la ventana. María estuvo dos horas declarando, digo todo una y otra vez. Le
preguntaron las mismas cosas 20 veces, al final le dejaron irse a su casa. Al salir de Villa Romela
María puso cara de pena y se marchó a su casa. La guardia civil quedo conforme y no sospecho
nada, había sido todo un terrible accidente.
En cuanto María llegó a Villa Cipote se encerró en el baño y sacó la bolsita con la Haricotiza. Se
preparó una raya de ese néctar de los dioses que para ella era y se la esnifo sin contemplaciones.
Solo en ese momento empezó a calmarse, había sido un día de locos.
Esa misma noche en un barrio periférico de Logroño sonó un telefonillo. Al lado de ese portal
acababa de apagarse instantes antes de que sonase el timbre un 205 blanco. El motor del coche
todavía estaba caliente.
-“ Quién es?, que coño quieres?.”- Dijo la voz a través del telefonillo.
-“ Abel abre, que soy yo.”- Dijo la voz de la calle.
-“ Coño!!!, sube hombre. Que estaba aquí viendo machete. Ahora mismo te abro.”- Dijo Abel.
La cancela de entrada de ese portal zumbó y el hombre de la calle la empujó. Entro al portal y
llamo al ascensor mientras que la puerta se cerraba lentamente.
Uno de los ascensores del edificio verde de Toyo Ito se apuso en marcha. El ascenso bajó hasta
el portal.
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