domingo, 22 de junio de 2014

CAPÍTULO 10


En el pueblo había decaído mucho el ánimo y todo Alesanco estaba consternado. Si no era
suficiente con las extrañas desapariciones, ahora había habido una especie de robo con un
muerto en la iglesia del pueblo, todos estaban en estado de shock. La furgoneta de Jorge había
sido encontrada pero no había rastro ni de él, ni de su cuerpo. Todo era muy raro. En Tvr y en
Telerioja, el noticiario regional ya estaban preparando un reportaje de investigación.

Esa mañana Alberto y María habían ido a la casa de la ermita a ver en qué estado estaba y a
adecuarla como laboratorio y cuartel de Haricotiza.
-“Joder, esto está lleno de mierda y polvo.”- Dijo Alberto abriendo la puerta principal.
-“Nos va a tocar hacer una súper limpieza a fondo.”- Exclamó María metiendo dentro una escoba
y un recogedor que había traído de casa.

En ese preciso instante dejos de ahí, pero no muy lejos, Cheetos apagaba su Ford Mustang y
aparcaba al lado del canal. Había llegado 5 minutos antes al lugar de encuentro con Richi, le iba
a traer más mierda de esa rosa. Un coche blanco, un 205 se acercó a gran velocidad por la
carretera, venía desde Alesanco. El coche paró bruscamente al lado del de Cheetos. Cheetos
estaba apoyado en el capó de su bólido fumando tranquilamente sin inmutarse. Del coche
blanco salieron 3 personas, una de ellas era Richi.
-“Hola tordo, ya veo que has traído compañía eh.”- Dijo Cheetos mirando a los otros dos.
El chico le sonaba de verlo de fiesta por ahí, era de Alesanco. Sin embargo la chica que les
acompañaba no le sonaba de nada. La chica se puso en medio de los otros dos y se acercaron a
hablar.
-“Hola Cheetos, buenos días.”- Dijo la chica educadamente mientras le dio dos besos a Cheetos.
-“ Hola, tu quien coño eres?, de que va todo esto Tordo?”- Preguntó Cheetos flipando.
-“Déjala hablar Cheetos, que estamos todos en esto.”- Dijo Richi.
-“Jajaja, ahora os manda una chica, no me jodas, jajaja.”- Dijo Cheetos riéndose y apagando su
porro.
Richi y Edu fueron a la parte de atrás del maletero del 205 mientras la chica se quedó hablando
cara a cara con cheetos.
-“Hola, hemos venido por las buenas. Nosotros tenemos el monopolio de Haricotiza, nadie más
en el mundo sabe cómo crear esta sustancia ni como obtenerla. Las reglas son sencillas, puedes
descojonarte de todo lo que quieras, si quieres nos vamos y te dejamos con tu puto negocio de
mierda de burundanga. Lo que tu prefieras gilipollas.”- Dijo de manera dura la chica.
-“Vale, vale tranquila. Era solo una broma.”- Dijo Cheetos.
-“ Eres capaz de moverla a nivel nacional o eso es mucho para ti?.”- Preguntó la chica.
-“ Por supuesto que puedo distribuirla a nivel nacional, pero no es tan fácil, habrá que subir el
precio y la cantidad.”- Dijo Cheetos.
-“Perfecto. Te vamos a entregar el material todos los lunes por la mañana. Tendrás el plazo de
una semana para colocarla. Nos pagaras ese mismo lunes la remesa completa. Si no eres capaz
de colocar toda la remesa esa semana allá tú, que la quedas para el arenero del gato.”- Dijo la
chica.
-“Entendido.”- Acertó a decir el Cheetos.
-“Esta semana te vamos a proporcionar 5 kilos de Aricotiza recién producida. El precio es de 40
euros el gramo, tú la colocas al que te parezca. Es una droga mucho mejor que la cocaína, pero
te aconsejo que la vendas a 60 el gramo. El lunes por la mañana quiero todo el dinero de la
remesa. Es decir 200,000 euros. Estas son las condiciones.”- Dijo la chica mirando fijamente al
Cheetos.
En ese momento Edu y Richi se acercaron con dos maletines negros de cuero. Edu y Richi le
entregaron los maletines al Cheetos. El Cheetos los puso encima de su capo y los abrió.
-“ Uhhh, vaya parece que jugáis fuerte. Este va a ser un negocio muy lucrativo para los todos.”
Dijo mientras cerraba los maletines y los metía dentro del coche.
-“El lunes que viene te traeremos la mercancía en otros maletines iguales a estos, pero la semana
que viene serán 10 kilos. Utiliza estos maletines para guardar el dinero y devolvérnoslos con él.
Todo bien?.”- Dijo la chica.
-“Perfecto, estos 5 kilos los tengo colocados para el jueves, sin problema.”- Dijo el Cheetos.
-“Una cosa, el lunes que viene, un cuarto de hora antes de las 10 te enviaremos un mensaje para
acordar el lugar del intercambio, hay que ser lo más cautos posibles.”- Dijo Richi al Cheetos.
-“Vaya chicos, quien os ha visto y quién os ve, estáis hecho todos unos profesionales. Jeje, Bueno
tordo hasta el fin de que viene, y tú eras Eduardo, no? ¿.”- preguntó El Cheetos.
-“Si, yo soy Edu.”- Dijo Edu.

Los 3 chicos se dirigieron hacia el coche y de repente El Cheetos se dio la vuelta. Se quedó
mirando a esa chica. Era una chica un poco alta, de estatura media pero un poco alta. Llevaba
un gorro de lana con dibujos en rosa y blanco, con cuerdas a los lados para atarlo y un pompón
en la parte de arriba. También llevaba unas botas de agua de color morado con dibujitos, y eso
que no llovía.
-“Eh tú, y tu quien coño eres”- Dijo El Cheetos señalando a la chica.
La chica con la puerta del 205 ya abierta se dio la vuelta y miró fijamente a los ojos de El Cheetos.
-“Mi nombre es La Nety, tu llámame Nety. Hasta el lunes.”- Dijo Natalia antes de meterse en el
coche.
El Cheetos se quedó mirando cómo se alejaba el 205 dirección Alesanco, mientras se reía. Había
dado con la gallina de los huevos de oro, pero ellos habían provocado la muerte de El Perry, en
cuanto la gallina dejase de dar huevos los mataría a los 3, aunque El Tordo fuese un conocido,
con el Cheetos no se jugaba.


El inspector Aniceto estaba repasando unos informes en su ordenador en su despacho. Estaba
fumando en pipa, la puerta de su despacho estaba cerrada. No se podía fumar en el
departamento de Narcóticos de la policía. Un par de golpes secos rompieron su concentración.
Dejo la pipa en la mesa y contesto:
-“ Quién es?, adelante!”- Gritó Aniceto.
La puerta se abrió y apareció la cabeza del agente Melé.
-“ Señor ya han mandado el informe de la autopsia de la joven muerta por sobredosis en la
Superdiscoteca.”- Dijo Melé mientras entraba en el despacho y le dejaba el informe recién
impreso encima de la mesa.
El agente Melé se marchó del despacho del Inspector Aniceto sin decir nada más. Aniceto cogió
el informe y se puso a leerlo concienzudamente. Ese era un caso muy interesante.

Entre María, Alberto, Edu, Richi y Natalia limpiaron y organizaron un estupendo laboratorio en
la casa de la ermita. Gracias a Mohamed y a Chin Lú obtenían la harina y la tiza para poder
elaborar la droga. Nadie se olía nada, el negocio iba bien. El Cheetos y su red de distribuidores
trabajaban bien y pronto la droga empezó a moverse por los suburbios y la gente chunga a nivel
de España, todo iba sobre la seda y nadie sospechaba nada. El trabajo en el laboratorio ermitaño
era agradable y con el dinero que sacaban de la venta del producto fueron comprando mejor
equipo y arreglando la casa por dentro para no levantar sospechas. Insonorizaron toda la casa y
la amueblaron con los muebles más caros del mercado, así crearon su cuartel general.
-“María, límpiate, que tienes algo rosa en la nariz.”- Le dijo Richi un día en el laboratorio.
-“Ah sí, será tiza que me habrá saltado.”- Dijo María mientras con la manga de su buzo de trabajo
se limpiaba la nariz.
Y así, los días iban pasando.

Al final de este capítulo un lindo gatito fue atropellado por un coche en la salida de Alesanco
hacia Azofra y murió en la carretera reventado, con todos los intestinos esparcidos por la
calzada.

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